‘Víctimas somos todos’
Una ciudad de las más jóvenes del país, con un desarrollo económico alto, rica en deporte y economía, sustentada en la industria agrícola, la industria textil y la química; ¡cómo no mencionar la Industria metalúrgica; si contamos con una de las más importantes de América Latina! Por otra parte, nuestra cuenca lechera; y sobre todo nuestra riqueza en sonrisas y esperanzas, a pesar del mal estado en el que vivimos.
Una ciudad convertida en lo que nunca imaginamos… ¡poderosa y paradójicamente, pobre! Con hambre de paz, sed de ética y escasez de seguridad. ¿De qué sirve la inversión extranjera si no tenemos valores? ¿De qué nos sirve ser una ciudad en constante crecimiento; si es de las peores catalogadas del país? ¿Qué gana con tener empresas e industrias de primer nivel, si al mismo tiempo destacamos entre las ciudades de mayor delincuencia y crimen organizado? ¿De qué sirve trabajar para vivir en un nivel digno, si no te permiten disfrutar de los frutos del esfuerzo? ¿Qué ejemplo recibimos los jóvenes y niños de una ciudad sin escrúpulos? ¿De qué sirve sonreír si no confiamos en ninguna de las personas que nos rodea? Por mi parte y por todos nosotros doy un grito enmudecido por el terror; un auxilio desesperado y sordo a esta guerra silenciosa…
Comarca, está por demás que lo diga… esa ciudad tranquila de ayer, hoy es un infierno, sin autoridad ni Ejército que detenga la famosa guerra y actos inhumanos; y por si fuera poco confieso que estar en mi hogar ya no es signo de tranquilidad y confianza. Es triste saber cuál es el tema más importante en niños, jóvenes y adultos. Sinceramente no me importa saber si es culpa del gobierno, de un partido político en especial o una letra… Culpables ¡Somos todos! ¡Somos todos los habitantes de esta hogareña ciudad! Sólo espero que hagamos algo, simplemente que no perdamos la fe, que no caigamos como ciudadanos…
Somos más los buenos y somos más los que anhelamos a nuestra querida Comarca de antes, ¡no te quedes callado!, quizá este escrito no cambiará las cosas en la ciudad, pero quiero al menos, llegar a tu conciencia, a tu corazón y a motivar tus ¡ganas de luchar! Padres, no los nombro responsables y mucho menos culpables, ya que uno como hijo llega a ser duro y mal agradecido… No me cuestiones, no me interrogues, sólo acércate como padre a conocerme y conocer mis amistades, mis actitudes. Conoce cómo es nuestro ambiente… ¡Hagamos diálogo, no sermones! Jóvenes, chavos, compañeros… no hay drogas leves. Si tú la consumes, ¿qué cara tienes para quejarte de no tener dónde divertirte? Y, ¿sabes?, lo peor es que tú eres parte de esa cadena de balaceras constantes y narco en general, de esa guerra de poderes.
La gente va emigrando, los negocios se van desocupando y todo cada vez va peor: balaceras, granadas, “cuernos de chivo”, asaltos, secuestros, incendios; estamos atrapados en una crisis donde no hay resultados positivos. Muchos nos creemos “buenos temerarios” ideando que no nos sucederá nada, otros no sabemos si regresaremos a casa. Cabe mencionar que esto no ha sido por una semana… ¡ya son años! Y va dirigido a todas las clases sociales.
¡Arriba Comarca! Somos una gran familia, recuerda no culpar a nadie, acepta la culpa de esperar el cambio de arriba. No te acostumbres, levanta la mirada y ¡reconstruyamos nuestra situación! Pensemos con calidad, ¡ya es hora de dejar de hablar de guerra y empezar a hablar de paz! ¡Mucho ánimo, en nosotros está el cambio! ¡Fe y fraternidad a todos mis hermanos laguneros! ¡Un abrazo enorme! “Sólo se ha perdido cuando se deja de luchar”.
Francisco López,
Comarca Lagunera.