Regímenes totalitarios
En la vida política de los pueblos hay diversas formas de gobierno también llamadas regímenes, como son la autocracia o dictadura o gobierno de uno solo, la democracia o gobierno del pueblo, de todos, y la oligarquía o gobierno de unos pocos. Dentro de estos tres regímenes se incluyen la Monarquía y la República, con sus distintas variantes. No incluyo la anarquía, porque ésta es la negación o rechazo frontal de toda forma lógica y sensata de gobierno.
Dentro de las dictaduras, sucede un fenómeno inesperado y sorprendente como son los regímenes llamados totalitarios, que aspiran no ya a imponer la voluntad del Dictador de modo permanente, sino además de modo absoluto en todas las manifestaciones y leyes reguladoras de la convivencia política y social. Estos regímenes están representados de modo especial por el nazismo y el comunismo, los cuales, mientras estuvieron en vigor en sus respectivos países, durante el siglo XX, dominaron con un control absoluto y muchas veces ridículo, si no fuera por sus consecuencias trágicas para los ciudadanos, de conllevar su encarcelamiento y muerte cuando se atrevían a manifestar su oposición a ellos.
No voy a considerar los millones de muertos originados por estas dos ideologías, simplemente constato que felizmente fueron superadas ambas al final de dicho siglo XX, librándose la humanidad de su nefasta influencia, ojalá que para siempre.
No obstante, ocurre que una de ellas el comunismo, a diferencia de lo que ocurre con la otra que tiene el rechazo total de las sociedades en las que intenta desplegar su ideología para hacerla renacer, aquél no es rechazado de la misma forma; y yo me pregunto por qué no ocurre lo mismo que con el nazismo en el ambiente social de las sociedades democráticas, puesto que aún se defiende por algunos en el ámbito político.
Sólo se me ocurre pensar que el nazismo fue una ideología totalitaria propia de un personaje y de un país que quería imponer su dominio a otros sin ningún pretexto que aparentemente pudiera exculparlo, mientras que para el comunismo el pretexto era la salvación de la humanidad o al menos una gran parte de ella, es decir, lo que se llamaba antes el proletariado, es decir, la clase trabajadora, sometida según esta ideología a la explotación del capitalismo.
En consecuencia, puede decirse que el comunismo supuso un error mayúsculo conceptual y pragmático que tantos dolores y muertos causó cuando estuvo vigente, mientras que su hermano ideológico, el nazismo no fue un error sino una concepción vamos a llamarla infernal, que tuvo como consecuencia, entre otras, la extinción horrible con procedimientos crueles, de una parte importante de la humanidad, como era y es el pueblo judío.
Roberto Grao.
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Sin luz
Varios sectores de la ciudad permanecen oscuros, como unas partes del bulevar Constitución, ojalá reparen el alumbrado público.
Óscar García.
Torreón, Coahuila.