Reforma de Estatutos o ‘Volver a Empezar’
En medio de procesos electorales locales en 14 estados, de elecciones y designaciones de candidatos, simuladas, dudosas y antidemocráticas. Este fin de semana se presenta en la XVII Asamblea Nacional Extraordinaria del Partido Acción Nacional (PAN), el Proyecto de Reforma de Estatutos, aprobado por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), el 11 de marzo de 2013.
En su exposición de motivos, a manera de autocrítica, señala la necesidad, de “volver a identificar al PAN ante los mexicanos como un partido humanista, solidario y democrático…” Lo anterior es muy semejante a la crítica, que en la cúspide del poder y de manera frontal le espetara Manuel Espino a Felipe Calderón, con su movimiento “Volver a empezar”.
También se reconoce en este Proyecto de Estatutos, lo que ya todos sabemos, por el triste espectáculo que el PAN, tanto a nivel nacional como local nos ha demostrado con creces: su división interna, como el menor de sus males, la corrupción y la utilización de programas y recursos públicos para la afiliación masiva, corporativista y clientelar que en un pasado, no muy lejano, criticaron al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Tan humana como la contradicción, se señala que ésta reforma se hace “para ganar elecciones con la mejores propuestas, los mejores candidatos y las mejores campañas.” Nadie en su sano juicio debatiría lo antes señalado, ya que la lógica, así como la esencia de cualquier partido político, es precisamente ofrecer lo mejor de lo mejor. Lamentablemente, no para todos es lógico y entendible.
Un ejemplo claro, de esta contradicción, es lo que acaba de suceder en nuestro municipio, el candidato es competitivo, pero no el mejor de acuerdo a diferentes estudios de opinión, que señalan como el preferido de los torreonenses a Jorge Zermeño Infante.
Por si no fuera suficiente, se reconoce también, como un reto el “depurar su militancia a través de la campaña de refrendo y actualización del padrón interno”.
Es de conocimiento general, la afiliación violatoria a las normas establecidas que se llevo a cabo, en los últimos 4 años. Así lo reconoce, el Presidente del PAN, Gustavo Madero y otros connotados panistas, como Luis Felipe Bravo Mena-
A partir de la reforma estatutaria de 2008 con el propósito de acercar el partido a los ciudadanos, se relajaron las reglas de afiliación. Situación que fue aprovechada por directivos y servidores públicos indignos de llamarse panistas.
Es meritorio, reconocer, los errores. Es más, es necesario para avanzar en la recuperación de la mística que le diera su prestigio de ser el partido de oposición, más democrático, libre y comprometido con sus principios y valores. Pero es más imprescindible, ser congruentes y actuar en consecuencia.
Definitivamente esta reflexión llega tarde, derivada de la derrota del 1º de julio de 2012, de pasar de ser la primera fuerza nacional a ser la tercera.
Reconocer los errores, no bastara, es necesario pasar del discurso a los hechos, los agravios y las fracturas internas son profundas, sin embargo, en lugar de ayudar a repara y sanar las heridas, la soberbia, la arrogancia y la ambición de poder tiene cegada a las dirigencias: nacional, estatales y municipales.
Si en verdad quieren recuperar la confianza y credibilidad de los ciudadanos, el PAN deberá actuar en congruencia con sus principios.
En primer lugar, debe abandonar las prácticas corruptas de prostitución de la ciudadanía, depurar su padrón y contar con verdaderos procesos democráticos, así como tener un sistema de pesos y contrapesos que favorezca la posibilidad de inhibir el control autoritario del partido por unos cuantos.
Por lo pronto, la moneda está en el aire, su divisionismo y pugnas internas tienen decepcionada y cansada a la ciudadanía, que lamentablemente, no tiene una opción real en la que se sienta representada.
Si el PAN continua por ese camino, va directo a la extinción, por lo que hoy más que nunca se encuentra vigente la consigna de Manuel Espino: El PAN debe “Volver a Empezar”
Torreón, Coahuila.
