Lector opina

FORO DEL LECTOR

‘El adivino’

Su fama era ya enorme; aquel adivino mexicano hacía de sus predicciones una realidad.

Ante tal don, una empresa de televisión lo contrató para tener, antes que nadie, la exclusiva de todo aquello que fuese a pasar en el país.

Sus aciertos se contaban por miles, Joaquín, el adivino, pasaba de un tema a otro asegurando lo que vendría.

Le pusieron su propio programa de televisión y así aseguró que vendrían cambios relevantes para México en 1981 y le atinó pues ese año tuvimos la peor crisis económica; luego dijo que nuestra economía iba a tener un impacto social y así fue, aumentó el número de pobres; aseguró que la alternancia en el poder transformaría nuestra democracia y ganó Fox; en ese mismo período aseguró que en materia penitenciaria habría una gran noticia y efectivamente, se les escapó el Chapo del penal de Puente Grande en Jalisco.

Años después aseguró que con la llegada de Calderón el empleo en el país rebasaría las metas, y sí las rebasó, pero las del desempleo.

A todo le iba atinando, incluso dos años antes de la elección presidencial dijo que sería Peña Nieto y hasta mostró encuestas y así fue.

Hace días su empresa lo mandó a Roma a seguir la nota del nombramiento del nuevo Papa; Joaquín, soberbio aseguró que el primer día la fumata sería negra lo cual nuevamente adivinó.

El segundo día dijo que se esperaba una fumarola blanca y le atinó.

Pero tras ese signo, sus patrones le pidieron que dijera, que adivinara quién era el nuevo Papa y Joaquín sólo dijo durante cincuenta minutos los siguiente: “en breve sabremos quién es el nuevo pontífice” y de ahí no lo sacaron.

¿Había perdido Joaquín su olfato de periodista y adivino?

¿Acaso sus encuestas, gráficas y fuentes de información lo habían dejado solo?

Más bien Joaquín ahora sí estaba ante una realidad, esta vez no podía decir lo que le mandaban y aparte le pagaban como funciona en el sistema de información Gobierno-Televisión.

Ahora era el clero, mandamás de todo su entorno, quien le negaba esa primicia pues no se puede servir a Dios y al diablo.

Allá le conocen muy bien y no iban a darle la oportunidad de vestirse con la exclusiva porque a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

En el proceso no hubo encuestas pagadas para favorecer la intención del voto; no hubo tortibonos, ni tarjetas de la gente ni del aprecio por ti.

¡Qué bonita es la verdadera democracia! Aquella que como a la antigua, en los embarazos, no se sabía si iba a ser niño o niña.

Hoy, en nuestra política se sabe hasta el nombre, la edad y los malos pasos del que va a ser gobierno y aún así le seguimos aplaudiendo.

Bravo por el Vaticano que sí sabe guardar secretos y hacer política.

Miguel Gerardo Rivera

Ciudadano de Gómez Palacio, Durango.

Leer más de Lector opina

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Lector opina

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 853204

elsiglo.mx