México y violencia, una situación sin fin
Es difícil darse cuenta de cómo la violencia ha ido incrementándose a lo largo de estos años. Para un sector de la sociedad mexicana, aquella que no vive realmente en las zonas de mayor conflicto, les cuesta imaginar cómo está derrumbándose la seguridad en el país. Aquellas personas que no han vivido en carne propia los inhumanos y sádicos agravios de vándalos no logran darse cuenta de esta situación. México con el paso de los años se ha convertido en una zona de muertes, secuestro extorsiones, desapariciones, masacres, etc.
En pocas palabras, en un lugar inhabitable. Un lugar lleno de desconfianza por parte de una sociedad cansada y llena de desconfianza. Una desconfianza de salir a las calles. Desconfianza por parte de los padres de familia al dejar salir a sus hijos a convivir por el miedo de no volverlos a ver. La esperanza de vivir en una sociedad de paz y seguridad se ha convertido en un sueño incumplido o imposible a como se ve el correr de la situación. A las personas se nos ha olvidado lo que es vivir en tranquilidad, el sentir ese sentimiento de libertad y seguridad. En México existen miles de padre, madres, hermanos y amigos que se les quitó el derecho de volver a ver a sus seres queridos. Por los miles de desaparecidos y más de 100 mil asesinatos durante el sexenio anterior. Convirtiendo esos años en una oleada de masacres simultáneos, secuestros imparables, extorsiones continuas alrededor de toda la República.
Para escandalizarnos aún más, esta situación sigue a la deriva sin vista cercana a un cambio. La cantidad de muertes continúa a la alza. Durante este sexenio, empezado el 1 de diciembre bajo el mandato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la cantidad de muertes sólo en diciembre fue de mil tan sólo en ese mes y contando. Esta sarta de atrocidades continúa en nuestras calles. Los grupos criminales, delincuentes, secuestradores, violadores y extorsionadores siguen en las calles aterrorizando al país. Sin mencionar a grupos policiacos que en vez de sembrar confianza en la sociedad siembran decepción y miedo.
Todo gracias a los altos índices de corrupción, impunidad y delitos que cometen estas figuras a la sociedad. Ahora acercarte a un policía te da esa sensación de temor y desconfianza que el estar frente a frente a un delincuente. Los policías se han convertido en ayudantes de la situación de inseguridad que estamos viviendo gracias a que se han vuelto también en delincuentes. A como va el país, la situación se ve cada vez más deplorable. La ciudadanía se siente cada vez más abandonada por el gobierno y los cuerpos policiacos. La desconfianza y resentimiento que se han generado en estos últimos años continuarán en cada ciudadano mexicano que le ha tocado padecer esta enfermedad que es la violencia, hasta que se logre darle una vuelta desde la raíz a esta situación.
Liliana Joseline Chang Guardado
Ciudadana de Torreón.