Pérdida de valores
Don José, a quien todo mundo le decía Cheché, nunca había salido de su pequeño pueblo, un antiguo mineral ubicado en los límites de Durango con Zacatecas, es conocida la cortesía y respeto con que se tratan los habitantes de esos pequeños pueblos, cortesía que se extiende por lo general con los forasteros.
En una ocasión hace ya muchos años, uno de los hijos de don José lo invitó a pasar una temporada en su casa de Torreón, aceptó con gusto la invitación y llegado el día partió emocionado a la ciudad; pero apenas pasados 15 días los amigos de Cheché se sorprendieron al verlo de regreso en su casa; ¿qué pasó Cheché, por qué tan pronto de regreso? Nooo, contestó con su peculiar acento norteño, “en Torreón hay un montonal de gente y me cansé de tener que saludar a tanto pela’o de mano”.
Lo anterior viene a cuento porque cuando se vive en una ciudad por lo general se pierde el respeto que le debemos a nuestros semejantes; lo dijo una conocida periodista en un programa radiofónico “qué necesidad hay de que venga a tu casa la patrulla a las 4 de la madrugada a pedirte que le bajes el volumen a la rockola”, y añado ¿por qué tienes que sacar a tu o tus mascotas a que ensucien el jardín de tu vecino, o las calles o la plaza de tu colonia?, ¿para qué quieres tener 2, 3 o más perros en tu casa mal atendidos y que se la pasan ladrando o aullando y no dejan descansar a tus vecinos?
Lo anterior con todo respeto para los dueños de mascotas que sí cumplen con el reglamento de caninos y felinos que norman la posesión de estos animalitos.
O ¿por qué una vez que nos ponemos detrás del volante de nuestro automóvil nos transformamos y perdemos todo sentido de respeto y cortesía para los demás automovilistas? ¿Por qué Torreón es una ciudad tan sucia? Imaginemos que todo ciudadano no tirara un solo papel, bote o lo que sea a la calle… increíble, pero cierto, muchos vecinos utilizan las áreas verdes o plazas de sus colonias para llevar su basura, a veces incluso animales muertos.
Es común escuchar que en Torreón los peatones y ciclistas son invisibles, de ahí que casi a diario hay muertos por atropellamiento. Estos son unos cuantos detalles de por qué nuestra convivencia y calidad de vida citadina se van deteriorando cada vez más, por eso es necesario que retomemos los principios que nuestros ancestros nos inculcaron, no con palabras sino con su manera de ser y vivir; hay que tener en cuenta las sabias palabras: “El vivir bien y con respeto a los demás, es conveniencia propia”.
Abel Rodríguez Ríos,
Torreón, Coahuila.
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Mañas y vicios
La falta de agua se agudiza en varias colonias, no sólo del poniente, sino del oriente de la ciudad de Torreón, como en Sol de Oriente, Villas Universidad, Jardines Universidad y más.
Lo más sorprendente de todo, es que el Simas sigue cobrando igual el consumo de agua con la misma tarifa, a pesar que en muchas casas no hay un medidor y que además, aprovechan para vender agua en pipas a la gente que la necesita, en lugar de regalarla.
Jaime Rocha,
Torreón, Coahuila.
