¡Que vaya por todos!
Con una migaja de justicia, Peña Nieto construyó un castillo de aceptación.
Con la detención de Elba Esther Gordillo, nótese que no digo “la maestra” pues el verdadero maestro no vive, ni vivirá nunca como esta señora, el presidente “se cubrió de gloria”. Así lo dijo Pablo Emilio Madero todavía presidente de lo que queda del PAN.
En las encuestas, pagadas por cierto, arregladas como las de su campaña, aparecía el presidente con una aceptación del 51% entra la población tras esa hazaña de tocar a una de las intocables del país.
El Midas convirtió este caso en oro para alimentar su ego, narcisista y acostumbrado a ser rodeado de elogios como cachorro en una manada de corruptos que se cobijan a su amparo y que le dicen a quién tocar y a quién no.
Muestra debería dar de equidad en la aplicación de la justicia y dar cuenta además a los trabajadores de otros sindicatos que en verdad quiere hacer alianza con ellos, fortaleciendo sus prestaciones, aplicando con rectitud los estatutos de su gremio y sosteniendo ante todo la legalidad en el manejo de las finanzas que debe haber, no sólo en los sindicatos, sino en todas las instituciones que representan a los ciudadanos.
¿Qué espera Peña Nieto para ir por todos?
De sobra sabemos cómo viven los líderes en este país; Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE, etc., por mencionar algunos.
¿Ya le tembló la mano?, ¿se le amelló el hacha? ¿o se le mojó la pólvora? Lo cierto es que esta migaja no hace bolillo o lo que es lo mismo que una golondrina no hace verano. Los ciudadanos queremos más y por ello le invitamos a no claudicar, así necesite de los petroleros para sus fines de privatización gradual, como se está haciendo en educación.
A cuentagotas la justicia no sabe igual y debiera dar golpe contundente y ejemplar para todos aquellos que hoy le aplauden la acción antimagisterial a cambio de no ser tocados.
Después de esa lista está la otra, la de exgobernadores, exmunícipes y hasta expresidentes, aunque sean del PRI; la guadaña debe ser implacable y justa. Los deberes de su investidura están ceñidos en la ley que juró cumplir y hacer cumplir.
No hay, hoy, espacio para las vacilaciones, las componendas o las simulaciones; hacer esto y no hacer más es sólo revancha y no justicia.
Los hilos de los líderes deben ser cortados aunque en ello se deban cortar los acuerdos que el mismo gobierno pacta con ellos.
México y los mexicanos ya esperamos mucho tiempo para ver acción aunque en ello se vislumbre una reacción, da los mismo meter a Elba Esther a la cárcel que a cualquier otro pues cuando se apruebe el IVA a alimentos y medicinas, esta acción no será recordada y aquel “cubrirse de gloria” quedará en la nada. Hoy, el presidente debe preparar terreno para lo que se avecina: un pacto que se romperá a las primeras denuncias de fraudes electorales y del agandalle del PRI en las urnas.
Que recuerde el presidente que al pueblo “pan y circo” ahora ya sólo queda el circo con los mismos payasos y los mismos animales sólo que con diferentes rutinas: las de querer hacer creer a su público con un acto temerario que ahora sí la función merece verse y pagar por ella, aunque sea con el doloroso IVA en medicinas y alimentos.
No nos llenará de gozo el saber que habremos de pagar más mientras que los que nos han empobrecido nadan en dinero, se burlan de nuestras leyes y se ufanan del poder que ostentan a costa de los trabajadores.
Si ya empezó, que acabe, que barra completa la casa y no deje basura bajo su alfombra porque lo que se avecina, si se aprueba el IVA, será su dolor de cabeza durante el sexenio.
Miguel Gerardo Rivera,
Gómez Palacio, Durango.
