Policías y ‘p0lesías’
Emotivas fueron las escenas difundidas el pasado viernes en medios electrónicos con motivo de las explosiones en el maratón de Boston, en las que se aprecia a una multitud de bostonianos haciendo valla y aplaudiendo con vehemencia y emoción al paso de todos los cuerpos de seguridad que intervinieron en la captura de los sospechosos del reciente acto terrorista en su ciudad, demostrando ser un pueblo agradecido y respetuoso de sus diversas policías, quienes con autoridad moral -a todas luces merecidísima- ejercen el noble, efectivo, ético y muchas veces heroico desempeño de sus funciones.
En cambio en México a las policías de los tres niveles de gobierno se les mira y se les trata con recelo, odio, coraje, temor , resentimiento y desdén ,- las más de las veces muy bien ganados y merecidos- por su deficiencias, vicios, corruptibilidad, ineficiencias, al grado de que muchos ciudadanos llegan a externar que prefieren enfrentarse a la delincuencia que acudir a los cuerpos de “seguridad” o mejor dicho, de inseguridad, de acuerdo a la percepción general de la población
¿Cuantas décadas o centurias tendrán que transcurrir para que se cristalice en ansiado día en el que en México se les considere a las policías como lo que son o deberían de representar, es decir, representar confianza, seguridad y orden?
Francisco Benavides Beyer,
Cuernavaca, Morelos.
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México, por tu propia mano
La justicia es un tema que se considera común y repetitivo, ya que a través de los años numerosas personas han dedicado obras y vida tratando de determinar el significado de Justicia así como los medios para obtenerla. En la actualidad esto no significa que debamos tener un sistema que defina esta variable, sino que a pesar del sinfín de estudios existentes, aún no se ha logrado una combinación de justicia y ética que vaya de la mano con la evolución tecnológica de los últimos 10 años. Criticar y opinar acerca de los argumentos políticos, económicos y sociales que afectan a nuestro país, no nos llevará a ningún lado.
Lo que debe concernir a la sociedad en esta época es tener conciencia personal de contribuir y participar positivamente en el problema de injusticia del cual somos parte en nuestro día a día aunque no guste aceptarlo; esto no significa que debamos tomar justicia por nuestra propia mano, de ser así, hoy en día desataría el caos.
Por otro lado, la excusa del mexicano es poner la justicia como una variable que concierne sólo a políticos, gobierno e instituciones, y preferimos dejar nuestra participación absuelta de toda implicación, con la creencia de que opinar es lo único que podemos hacer; podremos decir que no es verdad y no es así como sucede, a pesar de todo, esto se refleja al no exigir adecuadamente y no pensar en las consecuencias de nuestras decisiones. Decir y criticar que la política es basura sin ser partícipe de ella, señalar sin afán de lograr justicia que es reclamada a gritos por cada uno de nosotros y permanecer sentados, es nada más que desechar los estudios y obras de cada gran autor a la basura.
Rosaura Edith Mirón Sánchez.