El secreto de Victoria y el de Dios
Estados Unidos, 13 de mayo de 2013, Kylie Bisutti, de 23 años, super top model para Victoria’s Secret, anunció su renuncia a las pasarelas en aras de ser congruente con su fe cristiana. Dio la espalda a lo que ella misma alguna vez llamó “Mi más grande proyecto de vida”, así como a la gran fama y los millones de dólares que ese trabajo le aseguraba. Bisutti, quien comenzó a modelar a la edad de 14 años, ingresó a Victoria’s Secret en 2009 al ganar el evento “Ángel de la Pasarela” que la famosa firma de lencería organiza cada año.
En diciembre de 2011, un día después del Show Anual televisado de VS, ella declaró: “Para quienes me buscaron en el show anual, no estuve ahí, he decidido no modelar lencería porque personalmente siento que no estoy honrando a Dios y a mi esposo”. En una entrevista con el periodista investigador Glenn Beck, expresó: “Fue después que empecé a modelar lencería en revistas dirigidas al público masculino. Mi esposo siempre me apoyó, aunque yo supe que él oraba acerca de ello, y cuando le di la noticia no hizo más que dar gracias a Dios”, y suelta una risa. También narra que en otra ocasión estaba poniéndose maquillaje cuando su prima de 8 años entró y le dijo: “Sabes, creo que quiero dejar de comer para verme como tú”, “eso me rompió el corazón pues yo no quería ser ese tipo de persona que mi primita pensara en hacer eso para estar bonita. La belleza no es nuestra apariencia sino lo que hay en nuestro corazón”, expresó la también autora del libro “No soy ángel (I’m no angel)”. Mencionó que al ir subiendo en la industria del modelaje sintió que no fue lo que ella esperaba, y confiesa sentirse más feliz y realizada en todos aspectos ahora que cuando posaba “medio desnuda”.
Hay infinidad de casos como el de Kylie. Aquí en México recuerdo el caso de Jolette Hernández, una carismática participante del reality show “La Academia” hace algunos años. Luego del reality show comenzó a participar en un programa de la televisora, pero lo dejó porque le exigían enseñar demasiada piel de su cuerpo. De cualquier modo se notaba a leguas que ese programa de chismes no era para ella. A pesar de que un contrato la ataba a dicha empresa y le prohibía trabajar para la competencia por varios años, Jolette se mantuvo firme.
Otro caso en EU, el 21 de abril de 2009, Carrie Prejean, finalista y favorita para ganar el certamen Miss USA, pierde por haber contestado la última pregunta con una respuesta que no fue considerada por el juez como “políticamente correcta”.
El juez Perez Hilton preguntó a Carrie si los matrimonios gay debían legalizarse, y Carrie contestó: “Los estadounidenses podemos decidir qué tipo de matrimonio queremos, mas sin ofender a nadie, yo creo que el matrimonio debe ser entre sexos opuestos, un hombre y una mujer”, apenas terminó de responder y el recinto retumbó en aplausos ante el rostro descompuesto del juez Hilton. Al parecer, Hilton consideró que cualquier muchacha que crea en el matrimonio natural debe ser excluida de los concursos de belleza. Unos días después, Hilton subió videos en los que atacaba verbalmente a Carrie con adjetivos no aptos para decirse en este prestigiado periódico. Al poco tiempo ella respondió: “Haber perdido ese certamen fue una bendición, y en cuanto a Hilton, lo único que puedo hacer es rezar por él.”
Cuando el entorno pretenda quitarte tu escencia y convertirte progresivamente en alguien que en el fondo sientes que no eres, recuerda a estas tres mujeres que han logrado ser auténticas y libres.
Antonio Arias Galán,
Torreón, Coahuila.
