Una de cal.... signos alentadores
Hace unos días asistí aquí en Torreón en compañía de mi esposa al concierto de la Camerata de Coahuila que se presentó en la apantallante Plaza Mayor dentro de la jornada denominada atinadamente “La calle es de todos”.
De entrada, considero que la iniciativa de esta jornada gratuita de distracción para la ciudadanía es aplaudible y agradecible desde todos los puntos de vista porque efectivamente, de acuerdo al título que se le dio, está logrando que familias enteras de torreonenses vuelvan a posesionarse de nuestras calles mismas que aún siguen atemorizando dada la alta inseguridad que se registra desde hace años, aunado al muy deficiente alumbrado público y al estado lamentable de las banquetas por donde transita la ciudadanía.
Las interpretaciones de la Camerata, como siempre, impecables, ganándose justificadamente el aplauso del público, no tan abundante como el que asistió a la presentación del grupo Pesado, pero sí demostrando que los torreonenses también tienen gusto por la música clásica.
Nos tocó escuchar el concierto desde una de las bancas laterales y muy cerca de un elegante recipiente de basura. Y aquí pudimos ser testigos de una conducta muy positiva de la ciudadanía: todo mundo, chicos y grandes ocurrían a depositar su basura al mencionado recipiente: botellas de plástico, bolsas de papel o plástico y, no pocos, simplemente a tirar su chicle.
Observando una buena área del piso, podía constatarse que permanecía limpia pues no había basura tirada por ningún lado. Gratísimo mensaje cívico de los torreonenses que revela que las campañas sobre el manejo de la basura no cae del todo en saco roto y además, que la gente da respuesta puntual al cuidado del lugar en donde se encuentra.
Como la anterior, se están desarrollando en nuestra ciudad iniciativas muy positivas de la ciudadanía en respuesta al evidente detrimento que nuestra ciudad ha venido sufriendo en los últimos años: inseguridad, descuido general de la apariencia de nuestras calles, deficiente alumbrado público, deficientes servicios municipales, etc., etc.
Las respuestas, por lo pronto han sido: El boom del uso de la bicicleta impulsado principalmente por la organización “Ruedas del Desierto” y por otro lado la participación masiva de la ciudadanía en los llamados maratones que se celebran, por fortuna, cada vez con mayor frecuencia.
Ojalá y pronto también la ciudadanía participe masivamente en el estudio, comprensión y práctica de la verdadera democracia dado que nuestros problemas como sociedad tienen, sin duda, origen en nuestra ignorancia democrática. Cuando logremos esto último, otro gallo nos cantará a los torreonenses.
Héctor Astorga,
Torreón, Coahuila.