¿Será?
Amigas y amigos: la prensa local nos informó sobre los planes de Conagua Laguna para lograr detener la sobreexplotación del acuífero, cantinela que se ha venido escuchando en voz de los últimos seis directores de dicha paraestatal y que evidentemente todo ha quedado como buenos propósitos a los que se les “oponen” fuerzas muy poderosas que neutralizan con mucha facilidad dichas “buenas intenciones”.
El ingeniero Armando García Triana ha estado manifestando que existe un gran desorden en el control de la extracción del agua subterránea, empezando porque se desconoce el número de pozos existentes en la región. García Triana habla hasta de cinco mil perforaciones cuando según la propia Conagua informó (mayo de 2003) que tenía registro de 2,350. ¿Quiere decir que existen 2,650 “pozos pirata”? El funcionario también informó que el propósito es “checar” si el usuario se está sujetando a extraer solamente el volumen que tiene autorizado. Excelente propósito, el único problema es que un alto porcentaje (se desconoce el dato) no cuenta con el medidor volumétrico que, por ley, el concesionario tiene la obligación de instalar. ¿Entonces cómo van a certificar el volumen extraído?
En conjunto, las declaraciones del director local de Conagua revelan que la dependencia a su cargo pondrá, por fin, orden para lograr llegar a la explotación racional del acuífero. Reiteramos que es un buen propósito, pero, ¿estará de acuerdo el poderoso Comité de Aguas Subterráneas (Cotas) que está integrado en su mayor parte por los sobreexplotadores o sus representantes y que al parecer no es sólo una entidad asesora de Conagua (como debe de ser) sino la que en los hechos controla la administración de nuestro acuífero?
Aunque la Conagua local ha sido tradicionalmente bastante opaca y hermética para informar sobre la administración del acuífero, estaremos muy al pendiente y aplaudiremos los éxitos que vaya teniendo al respecto el ingeniero García Triana.
Héctor Astorga,
lagunero.
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Dos notas aclaratorias
1.- Ojalá no encuentren las lectoras en estas notas alguna connotación sexista: los casos de Elba Esther Gordillo, de Marta Sahagún, de Rosario Robles, de Carmen Segura, de Alejandra Sota, por señalar algunos, son prueba de que en las Bermudas de la corrupción también caben mujeres; y de que existe un Triángulo de los Piernudos, donde también las corruptas encuentran las aguas tranquilas de la impunidad.
2.- La vida privada de los funcionarios es un asunto que no es materia del presente artículo. Pero es un hecho que se presenta en éste como en otros niveles de gobierno, el fenómeno de la prevalencia de los intereses privados sobre los públicos. Esa prevalencia es la que alimenta el binomio corrupción-impunidad, que es la verdadera materia de estas notas.
Martín Vélez,
lagunero.
