‘Romper el monopolio de la paraestatal petrolera’
“Pobre nación mexicana, mala suerte has tenido, aun tus hijos quieren más en la desgracia verte”. Corrido.
Desde hace 31 años, es decir seis sexenios, nuestros gobernantes han procurado atender comedidamente las políticas impuestas por el depredador neoliberalismo, lo que desgraciadamente ha propiciado se incremente esta enorme brecha entre los pocos ricos y la enorme mayoría de desposeídos.
Precisamente hablando de la cuestión energética, algunos gobiernos extranjeros prácticamente exigen ser parte de la extracción refinación y petroquímica de gas y petróleo y desde luego de su renta.
Habría que recordar que el gobierno de Vicente Fox, se pretendió edificar una refinería para lo cual se convocó a los gobiernos de los estados para determinar en cual entidad sería más conveniente esta realización, siendo Guanajuato el indicado, para lo cual éste procedió a la adquisición de un gran terreno, cuyo costo fue bastante oneroso, sin que dicho proyecto se haya realizado, quedando el gobierno de Guanajuato sin refinería, pero sí con una gran deuda; posteriormente se decide que se haga en el estado de Hidalgo, se vuelve a comprar otra superficie, se inicia a construir una barda perimetral sin que a la fecha se continúe la obra, lo que supone no existe tal intención.
La idea de construir una o más bien varias refinerías, sería mucho mejor que compartir o vender petróleo crudo, pues por un lado se obtendrían más ganancias de sus derivados petroquímicos y sobre todo se dejaría de importar gasolinas, cuyo costo impacta severamente en todos los sectores económicos, independientemente que se cuenta con los recursos económicos y suficientes para invertir aquí en lugar de andar concediendo préstamos incobrables y negocios inviables en otros países, sabiendo que tenemos un fondo de casi 200 mil millones de dólares en caja.
El presidente en la idea de incluir empresas extrajeras a través de una reforma energética, como lo acaba de ratificar una vez más durante la reunión del grupo G8 en Londres, Inglaterra, afirmando que dicha reforma “rompería el monopolio de la paraestatal”; ¿sabrá el gobierno el significado de monopolio”, de acuerdo a la Real Academia, Monopolio es el “privilegio de vender o explotar una cosa que se concederá a un individuo o sociedad”; tendría razón si esto se refiere a las personas y grupos que han medrado y saqueado sus recursos, mas este no es el caso, esto no es una concesión, es un derecho de todos los mexicanos consignado precisamente en el artículo 27 constitucional que hoy se pretende reformar.
Confiamos en los legisladores demócratas, nacionalistas y bien nacidos que no permitan que grupos poderosos y extranjeros se adueñen de este último recurso que nos queda, pues gobierno anteriores cedieron y privatizaron la minería, ferrocarriles, teléfonos, rama nacional bancaria, etc.
No es posible que a través el pacto por México se apruebe lo del petróleo, medicina, alimentos, pues no sólo por ser presidentes de partido o funcionarios de gobierno tienen legítima autoridad, pues nuestros verdaderos representantes están en el poder legislativo de la federación, a quienes no los elegimos para que obtengan privilegios personales o de partido sino para que cumplan con sus obligaciones como representantes de mexicanos.
Feliciano Hernández Galarza,
Ciudad Lerdo, Durango.
