‘Me da miedo...’
“Me da miedo…” es expresión, recurrente, entre la inmensa mayoría de los habitantes de esta ciudad. Temen, no sin razón, –cualquiera que sea la hora- deambular por las calles debido a la inseguridad imperante, que implica daño a la integridad física de las personas y riesgos de todo calibre.
De haber sido Torreón una ciudad donde otrora parte del solaz de la ciudadanía fue deambular, a cualquier hora, por sus calles y avenidas, actualmente semeja una urbe casi abandonada cuyos moradores dejan sus domicilios únicamente el tiempo estrictamente necesario.
De casa al trabajo y del trabajo a casa, puede decirse sin exagerar, ya que el hampa acecha por cualquier rumbo. Para “picar” a transeúntes y robarles, o bien -por citar dos “especialidades”- para desvalijar a damas confiadas que tras hacer el “super” han sido asaltadas tras haber abierto la cajuela de sus autos.
Por citar un rumbo, en “coto de caza” han convertido el primer cuadro citadino desvalijadores que no lo piensan dos veces cuando de arrancar una cadena del cuello de una persona se trata, o igual, un par de aretes, un bolso, o un anillo, o lo que llame su atención.
Todo puede suceder en la vía pública, solitaria, recinto sus calles, de negocios, en el primer cuadro, semiparalizados o locales comerciales vacíos porque apuesta perdida de antemano es ocuparlos en plan de actividad redituable.
Mundo, cabe enfatizar, diametralmente opuesto al habitado por “autoridades” incapaces de contener el añoso embate delincuencial. Un mundo saturado -de nivel medio para arriba- de “burócratas”, inútiles, inservibles como funcionarios públicos aferrados del todo a no renunciar a cargos como los que ocupan pese a su letal incompetencia.
Tal es la metástasis que degrada el entorno social de Torreón y su periferia. Tal es, a la fecha, el saldo a dejar por los que al satanizar anteriores ejercicios de gobierno se ostentaron como la opción cuya altura, después de todo, no rebasa la del betún de los zapatos.
“Me da miedo…” es expresión recurrente de centenares de torreonenses, añorantes de otros tiempos, transcurridos en una ciudad cuya vida, de la tranquilidad pasó a la angustia.
José María Mena Rentería,
Torreón, Coahuila.
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‘Qué detallazo’
No lograba captar el porqué nuestras autoridades municipales se portan ápaticas y renuentes ante los señalamientos mal instalados en el Distribuidor Vial Allianza. Por ejemplo: de oriente a poniente por el bulevar Revolución hay un señalamiento que inidica vía para Gómez Palacio y van a salir a la colonia La Fe. Me preguntaba: ¿por qué las autoridades persisten necias en dejar así los señalamientos? Hasta que se me prendió el foco y comprendí que las autoridades tienen fundamentos para sostener esa actitud.
Les pido una disculpa. Lo que se pretende es que los vacacionistas no pasen por Gómez Palacio, convertida hoy en ciudad violenta. De esta forma nuestras autoridades evitan que los vacacionistas expongan su vida al peligro.
!Qué detallazo!
Eduardo González Caldera,
Torreón, Coahuila.