Dar con alegría
Con el desbordamiento del río Aguanaval a consecuencia de las precipitaciones pluviales causadas por los remanentes de huracanes tan innombrables como pasajeros, a los pobladores de la Comarca lagunera se nos regaló la oportunidad de dar con alegría.
Muchas comunidades de Matamoros y Viesca, en la Laguna de Coahuila, quedaron incomunicadas al resultar anegadas sus vías terrestres a causa de los recientes fenómenos meteorológicos.
Los campesinos no han podido laborar, porque sus tierras labrantías no son trabajables en condiciones saturadas de humedad. La maquinaria se atascaría, entre otros etcéteras. En estos momentos, familias enteras de diversas regiones sufren la escasez, la pérdida de pertenencias y el desempleo.
Urge nuestra participación voluntaria, desinteresada y perentoria, para paliar las adversidades de nuestros vecinos.
En los últimos años, los coahuilenses hemos tocado los extremos. Prolongadas épocas de sequía, primero; luego unos cuantos días de lluvia nos inundan, nos ponen al borde de la devastación y el desastre.
Aquí cabe una reflexión: ¿por qué no aprovechar el agua de lluvia para abastecer los mantos freáticos?, ¿cómo contener y canalizar el agua de lluvia para aprovecharla de manera óptima y eficaz? La pregunta parece sencilla, pero, ¿quién le apuesta a invertir en infraestructura de esta naturaleza si en la Laguna raramente llueve?
El caso es que ha llovido sobre mojado y hay personas inmediatas a nosotros que demandan nuestro apoyo. Habitantes de ejidos aledaños a los municipios de Matamoros y Viesca nos invitan a participar.
Mi familia y yo acudimos de inmediato al centro de acopio más cercano para llevar una despensa, una oración, un abrazo y una esperanza. Yo creo en una comunidad humana no caníbal.
Creo en la solidaridad y en Jesucristo. Cito el Libro Segundo de Corintios, capítulo 9, versículo 7, que a la letra dice: ‘Cada uno dé como ha resuelto en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre’. De hecho, estoy plenamente convencido de que la forma más práctica de amar a Dios y expresar Su amor, es darse incondicionalmente a todos los seres sensibles. Esa es la gran comisión de una vida significativa: dar con alegría, dar con el corazón.
Miguel Ángel Morales Aguilar,
Comarca Lagunera.
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Robo de placas
Hace tiempo me robaron la placa delantera de mi carro, no supe dónde, pero tuve que peregrinar por los diferentes departamentos de tránsito de la comarca lagunera para que me expidieran certificados de no infracción que cada uno costó alrededor de ciento cincuenta pesos, el de Torreón, así como el de Gómez Palacio y Ciudad Lerdo.
Para luego ir a levantar la denuncia correspondiente a la procuraduría, sin embargo no se me explicó que tendría que comprar otra vez otro juego de placas, pero no tengo recursos para ello. ¿Por qué tenemos que ser víctimas dos veces?, primero ante los ladrones y luego ante los otros ladrones del gobierno?
César Sánchez,
Torreón, Coahuila.