Lector opina

Foro del Lector

Solo: se llega rápido. En equipo: se llega lejos.

Realmente difícil de creer que un país plenamente futbolero, con una superficie de dos millones de kilómetros cuadrados, con más de ciento doce millones de habitantes y la décimo tercer economía mundial, nomás no logre conformar un equipo competitivo en justas internacionales.

Aun en torneos tan modestos como el de la eliminatoria de Concacaf en donde se compite con países como: Honduras, Costa Rica y Panamá no se hace patente la supuesta hegemonía deportiva tan proclamada y alardeada una y otra vez por los diferentes medios de comunicación.

Si nos ponemos a pensar en las decenas de miles de jóvenes practicantes de esta disciplina, es casi imposible imaginar que no se logre conjuntar a una veintena que de la pelea dignamente en contiendas de talla mundial (exceptuando a los jóvenes amateurs que ya han sacado la casta y puesto el ejemplo en varias ocasiones).

Pero ni están todos los que deben, ni son todos los que están, los que saben de esto afirman categóricamente que la corrupción está a todo lo que da en todos los niveles del balompié nacional, además, obviamente, de los intereses particulares, compadrazgos y resto de males que lamentablemente aquejan al deporte emblemático de México.

Desafortunadamente, esto podría equipararse con lo que sucede en diferentes ámbitos de la vida nacional.

En política: los partidos antes que nada defienden a capa y espada sus prerrogativas, los legisladores su chamba y los líderes sindicales su riqueza y poder… por mencionar tan sólo algunos ejemplos.

En los negocios: los monopolios u oligopolios siempre tan desenfrenados y gandallas al momento de ver el mínimo riesgo de ver afectados sus campos de influencia comercial, al igual que la soberbia implícita en las grandes corporaciones que siempre quieren ganar todo de todo.

Pero mientras no aprendamos a trabajar realmente en equipo persiguiendo objetivos claros y consensuados por el bien común, seguiremos en las mismas. Es necesario hacer a un lado la obsoleta, egoísta y corta visión de la gratificación unilateral; para darle paso a otra en donde todos los involucrados obtengan su justa y proporcional retribución, acorde a su contribución.

Aunque las comparaciones sean odiosas, también pueden ser enriquecedoras y aleccionadoras. Ahí está el claro ejemplo de los vecinos del norte acostumbrados culturalmente y por sana convicción a formar asociaciones y cárteles de toda naturaleza para defender los derechos de sus agremiados, o bien, encauzar esfuerzos en pro de fines predeterminados (fundaciones, patronatos y todo tipo de ONG).

A los laguneros se nos presenta una magnífica oportunidad para demostrar que sí sabemos y queremos trabajar en equipo, hagamos cada quien lo que esté a nuestro alcance para lograr de una buena vez conformar nuestra entidad federativa.

Sin duda que será el parteaguas de nuestra verdadera autonomía, brindándonos finalmente la libertad de tomar las riendas de nuestro destino. significará entrar a la mayoría de edad con todos los derechos y responsabilidades que esto representa.

¿En verdad queremos hacernos responsables de nuestros actos y decisiones?, vamos dejando de depender de quienes ni siquiera aquí viven, no conocen ni entienden lo que aquí sucede y mucho menos comprenden lo que deseamos y necesitamos.

Aún a pesar de que Torreón ¿esté a toda madre?, (comentario de alguien que no vive aquí, obviamente) mejor vamos haciendo lo propio para que La Laguna sea un ejemplo a seguir a nivel nacional.

Ni somos coahuilenses, ni tampoco duranguenses… ¡somos laguneros!

Jaime Díaz de León,

Torreón, Coahuila.

Leer más de Lector opina

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Lector opina

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 919698

elsiglo.mx