Iniciativas sociales y las empresas…
Me parece fantástico que toda la sociedad se vertiera en un gran objetivo para limpiar y hacer el trabajo que le toca a la autoridad, ésta por demás rebasada por los más sencillos servicios municipales; agua, alumbrado público, limpieza, y sobre todo “seguridad”.
Poco falta para que la sociedad en conjunto, tomemos la ley y la hagamos cumplir. Las instituciones rebasadas, corrompidas hasta la médula y la sociedad secuestrada cual víctima indefensa, pobre aquel que caiga en desgracia y ejerza sus derechos ante el sistema judicial, sea éste del fuero común, laboral o mercantil, todo se arregla con dinero y el que más puje gana la gracia del juez... Debemos promover iniciativas que cambien de origen el respeto y el orden. Debemos prevenir ensuciar la ciudad, ya que por más que hagamos el trabajo de la autoridad, la ciudad más limpia es la que no se ensucia.
Empecemos en casa… con políticas de emprendimiento acertadas vamos a generar, con seguridad, un incremento de nuevas empresas. Con políticas de apoyo al tejido productivo, vamos a obtener resultados, también con certeza. En cuanto a la atracción de empresas, no podemos garantizar ningún resultado puesto que las decisiones están esencialmente, en manos de las empresas que buscan una ubicación y, en parte a veces, en la de los gobiernos superiores que pueden influir en esta toma de decisiones.
Porque, esa llegada de nuevas empresas a nuestro territorio depende en buena medida, de que hayamos desplegado convenientemente las demás políticas que nos corresponden: infraestructuras de todo tipo, del tejido empresarial de la zona, de la cualificación del capital humano, de los centros de conocimiento, etc.
Finalmente, porque esta actividad es, quizá, una derivada de las demás actividades de desarrollo económico.
Quiero decir que si disponemos de parques empresariales o científicos, centros universitarios y tecnológicos, buenas comunicaciones y telecomunicaciones, una industria especializada, personal bien formado, una ciudad viva, buenas escuelas y hospitales, actividad cultural, deportiva y de ocio, entonces seremos un territorio adecuado para la implantación de empresas.
Fernando Madero Ruiz,
Torreón, Coahuila.
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‘Torreón Jardín, colonia de estado fascista’
La Asociación de Colonos de Torreòn Jardín, ve la tempestad y no se hinca. Con el objetivo de “cuidar la Colonia”, han desaparecido a los recolectores de plástico, cartón, y todo materia reciclabe, a los carromatos, vendedores de verdura o campechanas, etc.
Les quedaban los jardineros a quienes anteriormente los obligaron a portar un gafete, mismo que les quitaban a voluntad, los ciclistas de seguridad. A lo que voy, es que ayer apareció en mi casa la persona que quincenalmente me arregla el jardín, pues bien, él necesitaba 2 cartas de recomendación de las casas en que trabaja, para que la Asociación de Colonos, lo deje trabajar.
Yo estoy en contra de esta medida tan arbitraria, ¿mientras consiguen las cartas, ¿qué comen los jardineros que solían trabajar tranquilamente en las casas de Torreón Jardín?
Asunción B. de Leal,
Torreón, Coahuila.