‘Buen fin’
“Buen fin” tendrá la administración, aún en funciones, del municipio de Torreón. La peor en la historia de la Comarca Lagunera según lamentables exhibiciones sin empacho protagonizadas, un día sí y otro también, por omisos “funcionarios” en turno.
Diciembre es, en el comercio, período de descuentos y oportunidades ofrecidos a los consumidores. Ahora, lo acontecido, permite referencia al “buen fin” oficial, es decir, a la arrebatinga y desmanes de “funcionarios” antaño y hogaño vigentes en Torreón.
En el presente, ojo del huracán generado en el Municipio, son los manejos de los que al menos durante las últimas dos administraciones han incurrido en tropelías que han llevado a la quiebra al Sistema Municipal de Agua y Saneamiento, (Simas), de Torreón.
Un “buen fin” conformado entre otros “detalles”, fue el ocultamiento de la auditoría por excepción realizada en 2010 por la Auditoría Superior del Estado, (ASE), practicada a esa paramunicipal. ¿A título de qué? Alevosa, tal acción va en contra de los usuarios del Simas, estafados al pagar por “servicios” caóticos.
Golpe de timón: Un 4 por ciento de aumento en impuestos, contempla la Ley de Ingresos para el año próximo en el municipio de Matamoros, Coahuila, cuyo gobierno en turno ha logrado que todo, ahí, permanezca en el atraso que enterados oriundos de dicho lugar afirman, data de al menos de los años 60 del siglo pasado.
“Desde entonces ha sido la misma política”, añaden, debido al abandono oficial. ¿Incremento del 4 por ciento en impuestos cuando jamás ha sido enterada la comunidad -por ejemplo- acerca del préstamo por 53 millones de pesos, otorgado por Banobras al cabildo en turno, hacia diciembre de 2009?
Cambio de administraciones municipales habrá en breve, y alza en impuestos es lo único que se avizora. “¡Felicidades!”
José María Mena Rentería
Ciudadano de Torreón.
***
Tristeza
Con respecto a la nota “Se busca beatificación del padre Manuelito” veo con tristeza la insensibilidad de algunas personas que expresaron su comentario. El padre José Manuel García fue mi padrino, conviví con él durante toda mi niñez y juventud hasta que Dios lo llamó a su presencia. Su vida en sí es un ejemplo para muchos y no necesita hacer milagros, el verdadero milagro fue sembrar en el corazón de quienes le conocimos un verdadero amor a Dios y nos hizo entender que la fe es la herramienta que nos permite ser hombres y mujeres de bien. Su vida la dedicó a servir, que ya es mucho decir, pero servir a los que más lo necesitan sin buscar el bien para sí mismo, ¿no es acaso un verdadero milagro en estos tiempos?, qué pena por los que no lo conocieron y se atreven a expresar un juicio, en lo que sí tienen razón es que él hacía el bien sin esperar recompensa y si Dios así lo decide el será beatificado o canonizado, pero no para que se le rinda tributo sino para que el mundo conozca una vida ejemplar dedicada al servicio de los más necesitados. Tal vez algunos de nosotros aprendamos algo de ello y podamos cambiar este mundo y hacer de él un mundo mejor para vivir, sin tanta violencia y con más amor. De verdad les digo que si lo hubieran conocido entenderían por qué la Iglesia tiene esta intención. Suceda o no, sé que todos los que fuimos tocados por su amor y buena voluntad siempre lo recordaremos con inmenso cariño.
Olga Pantoja
Ciudadana de Torreón.