¿Estado de La Laguna pa’ qué?
Y el Estado de La Laguna ¿pa’ qué?.. se preguntarán muchos como yo… ¿Quién de sus promotores será el gallo que conteste mis preguntas? Durante los últimos meses se ha acentuado el proyecto de crear un Estado más en la República Mexicana, un Estado compuesto por los más importantes municipios del estado de Coahuila y del estado de Durango que pertenecen actualmente a la Región Lagunera. Cuando a mí me invitaron a estampar mi firma --no hace muchos días-- pues dije que sí, un sí de manera espontánea, casi de la misma forma como me lanzaron la pregunta, pero reflexionando un poco más me surgieron muchas inquietudes. Como ciudadano, común y corriente, más corriente que común, ¿qué garantías tengo de tener una vida mejor? Una vida feliz y placentera. Supongo que seguiremos siendo los mismos habitantes regionales, más menos los que por cualquier motivo emigran, o ¿se practicará una depuración de raza?; los buenos expulsando a los malos… ¿Quiénes serán los unos y quiénes serán los otros? ¿En dónde quedaré y cómo quedarán distribuidos mis familiares? Porque simplemente como familia somos tan diferentes, que entre nosotros hay de todo y aquí vivimos. ¿Quién me garantiza qué?
Nadie, absolutamente nadie puede garantizarnos nada con un cambio en los límites territoriales, porque seguiremos siendo los mismos, las mismas personas; ni siquiera podemos aspirar a un cambio constitucional porque seguramente estaríamos regidos bajo las mismas leyes. Incluso, finalmente seguiremos gobernados por los mismos políticos parásitos sinvergüenzas, porque no creo que nuestros políticos sean diferentes a otros o ¿alguien expulsará a todos los indeseables que ya conocemos? ¿Seremos gobernados por ciudadanos honestos, ciudadanos con verdaderos deseos de servir?
La historia nos señala los momentos que vivimos y se quedan grabadas en documentos y en la memoria de todos; la historia la aprendemos, la compartimos y la heredamos por generaciones y es la historia la que nos señalan las verdaderas oportunidades de progreso, de desarrollo. Es a través de la historia como podemos ver las grandes oportunidades del cambio, de ser mejores, de sentir orgullo y esperanza de nuestra propia tierra y si no ha sido así, es simplemente porque no lo hemos querido. No creo que el Estado de La Laguna genere mejores ciudadanos simplemente por el hecho de cambiar su nombre, considerando que las tierras y su gente estarán ahí, en los lugares acostumbrados.
Así como estamos tenemos grandes oportunidades. Hagamos valer nuestro privilegio de elegir nuestros gobernantes y propongámonos a elegir los mejores, los que nos convenga, los que protejan los intereses comunales y velen por el bienestar de todos. ¿Por qué no lo hacemos? ¿Quién nos limita? ¿Quién lo impide? Así como estamos, podemos rechazar vigorosamente lo que nos lastima, lo que nos duele, lo que nos ofende. Así como estamos, podemos exigir lo que nos corresponde: un mejor trato, una mejor distribución de la riqueza, mejores servicios, servidores públicos más profesionales y comprometidos con la sociedad, más honestos. ¿Por qué no lo hacemos?
¿Es este el tipo de cambio que mejor nos conviene? ¿El que todos esperamos?
Juan Antonio Aguilar Tello,
Torreón, Coahuila.
