La misma historia
Es una verdadera desgracia que a pesar de los fracasos “socialistas” en todo el mundo y en todos los países donde se ha intentado, se siga con la idea o al menos nos traten de vender ésta con el disfraz de “justicia social” o de que los que más ganan paguen más impuestos, o como dice “Burrak Noteama” en los Estados Unidos, su justa parte.
Cuando hay un 40 por ciento de habitantes que no pagan nada de impuestos (la mayoría gente de color, madres solteras de color y por desgracia los latinos, entre ellos muchos mexicanos, que si bien la inmensa mayoría son buenas personas y trabajadoras, se fueron de México con la idea que les inculcó el PRI de que el gobierno se tiene que hacer cargo de sus necesidades en lugar de dedicarse a gobernar y facilitar la creación de empleos. No pretendo dar lecciones de Economía, que fue lo que estudié, pero sí les puedo asegurar a ustedes y a sus lectores que son muchos, que cuando se pretende que el gobierno se encargue de todo, “de la cuna al sepelio” y de “combatir la pobreza y la desigualdad”, que por cierto no es lo mismo; ni se acaba la pobreza, y la desigualdad se mejora si acaso en hacer a todos más pobres.
Termino diciendo que ni al PRI ni al actual presidente les interesan los pobres ni la desigualdad, les interesa el poder y mantenerse en él. Por cada cien pesos que cobren de impuestos para combatir la pobreza no creo que lleguen ni cinco para sus programas sociales. No creo ser pesimista, sino realista, al decir que no van a funcionar sus reformas. El socialismo es bueno en teoría, la libre empresa y un gobierno limitado es lo que funciona en la realidad. No quiero extenderme, pero otro mal de México son las empresas oficiales y sus sindicatos. Espero que no editen mi presente escrito y tengo la esperanza que lo publiquen.
Raymundo Portilla.
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Cacaraqueando el huevo
Allá por los setentas pusieron de moda los conferencistas motivacionales, que no era suficiente poner el huevo, que había que cacaraquearlo, la naciente horda de políticos que se han encargado de llevar a nuestro país a una crisis tras otra se tomaron muy en serio la conseja, haciéndole unos cambios, desde entonces, estos auténticos jinetes del Apocalipsis anuncian que van a poner un huevo, y lo cacaraquean, que falta poco para poner el huevo, y lo cacaraquean, no pusieron el huevo y siguen cacaraqueándolo.
Han hecho del servicio público un botín, se han convertido en una “Cosa Nostra”, acomodan las reglas para su propio beneficio, nunca pensando en mejorar las condiciones de sus gobernados, y mucho menos en el futuro de la comunidad, se han dedicado a dilapidar la riqueza, ellos que provocan las crisis con su ineptitud y corrupción no sufren sus consecuencias, están parapetados bajo sus incontables prebendas, acaban con todos los ingresos del Estado, que nunca les alcanzan, y sin ningún ápice de responsabilidad y vergüenza piden préstamos a bancos, que les dan dinero a manos llenas, a veces con papeles falsificados, dejando con deudas descomunales a las futuras generaciones, y como se protegen entre ellos, gozan de absoluta impunidad. Recientemente han aparecido organizaciones ciudadanas que ya se contagiaron, una de ellas cacaraqueó el huevo de la limpieza, antes y después de ponerlo, el resultado, fotos de gente bonita recogiendo basura un día, y al día siguiente, la ciudad sigue siendo un basurero, pero eso sí, el huevo limpio, uno solo, fue muy bien cacareado.
Roberto Barranco Aguilar,
Torreón, Coahuila.