POCOS SUCESOS en las últimas décadas habían causado tanta controversia, enconos y encendidas denuncias, como el caso de la secuestradora Florence Cassez. La manera y forma como terminó su sonado proceso penal indignó a millones de mexicanos. Otros nacionales opinaron que el asunto no tenía la importancia que en los medios le dieron ya que se estaba cumpliendo simple y llanamente, con una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
FLORENCE CASSEZ fue detenida el 8 de diciembre de 2005 y su arresto recreado en la televisión, como si se tratara de un reality show. Fue el siniestro e intocable Genaro García Luna, jefe de la Agencia Federal de Investigación y posteriormente secretario de Seguridad Pública con Felipe Calderón, quien en un enfermizo afán exhibicionista y complaciente actitud frente a las televisoras, permitió se cometiera una serie de violaciones, irregularidades y también barbaridades, que finalmente tuvieron como consecuencia ya dentro del proceso penal, la violación de los artículos 14, 16, 19 y 20, entre otros, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
EN ESAS CONDICIONES a la Primera Sala de la Suprema Corte no le quedaba otra alternativa, que otorgarle un amparo simple y llano para ponerla en libertad. En estricto derecho hasta aquí llegamos; pero el asunto reviste otras y variadas aristas que están pendientes.
No existe duda alguna de que la señora Cassez sí es una secuestradora. Era la amante del jefe de la banda los "Zodiacos" Israel Vallarta grupo delincuencial dedicado al secuestro y la extorsión, (por cierto pendiente de ser sentenciado desde hace ¡siete años! y quien seguramente muy pronto también podrá salir libre).
Ambos vivían a las afueras de la ciudad de México como pareja sentimental y su casa era el centro de operaciones para cometer sus delitos. Ahí escondían y torturaban a sus víctimas hasta obtener el precio del rescate.
No quedó duda de que Florence Cassez era la encargada de alimentar a sus víctimas en el sótano de la residencia y quien las amenazaba con cortarles un dedo o una oreja si no se pagaba el rescate. Así lo declararon todas las víctimas de Cassez y su amante Israel Vallarta.
NO EXISTE DUDA de que la secuestradora en grado de complicidad, Florence Cassez, es un verdadero peligro social y una delincuente contumaz. La sentencia de la Primera Sala que la puso en libertad fue en estricto derecho y no prejuzgó sobre su inocencia o culpabilidad. Simplemente declaró: Que habiéndose violado las normas esenciales del procedimiento penal, y habiéndose cometido una serie de violaciones a sus garantías individuales y a sus derechos humanos, era procedente la nulidad de la sentencia a que la había condenado a 60 años de prisión, por lo que urgía ponerla en libertad inmediata.
Ya libre, viajó como estrella del rock hasta el aeropuerto debidamente custodiada y protegida por todas las policías. Ahí abordó la nave sin pasar por migración, para posteriormente tomar un asiento en primera clase y Salir para su querido París.
Con la permisibilidad demostrada por nuestro gobierno, quedó demostrada su complicidad y sumisión frente a las presiones francesas. Únicamente faltó que le extendieran una alfombra roja para que subiera al Air France.
POR ELLO, sería muy conveniente que el gobierno mexicano, ya de manera directa o indirecta y en los medios franceses, le haga saber al propio Presidente de Francia y a los franceses, que la forma y manera de heroína como han recibido y agasajado a la secuestradora, está totalmente equivocada. La Cassez no fue liberada por ser inocente, pues está probado en el proceso ser una secuestradora. Ella, su amante, sus padres, sus parientes, los mismos abogados que la defendieron y sus víctimas lo saben y les consta que es secuestradora y torturadora. Es verdaderamente lamentable que Francia se haya comportado en este caso, como una simple república bananera. Se anunció de última hora, que en Dunkerque, ciudad al noroeste de Francia, se le rendirán honores a la delincuente liberada por un tecnicismo jurídico, que no por inocente.
OJALÁ TODO ESTO nos deje finalmente una buena lección a los mexicanos, para que muy pronto miles de inocentes nacionales y extranjeros actualmente procesados o sentenciados, a los que nuestras autoridades policiacas, ministeriales y judiciales les han violado sus derechos fundamentales, sus garantías individuales y el derecho a un justo y debido proceso, aprovechen la ejecutoria de la Sala para pedir la nulidad de su sentencia o proceso. Lo del boleto de avión en Primera Clase, eso no se los podríamos garantizar.
"La absolución del culpable es la condena del juez". Publio Siro, filósofo y pensador latino.
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