Un teólogo conservador que en algún momento ha sido crítico de la desigualdad social, una persona humanitaria y humilde en sus actos. Características de las que es poseedor el nuevo Papa del catolicismo.
Son 76 años de vida los que lleva recorridos el nuevo Papa Francisco I, una edad avanzada si se le compara con Juan Pablo II, quien fue elegido Papa a los 58 años.
Este aspecto puede ser tomado tanto ventajoso -si nos referimos a una persona con experiencia- como desventaja, si analizamos lo que sugiere tener 76 años y que las energías y vitalidad no sean las mismas con las que contaba Juan Pablo II cuando inició el papado.
Jorge Mario Bergoglio, el nuevo Papa de los católicos, cuenta con una historia detrás que para muchos podría ser gratificante y hasta generadora de confianza.
Uno de los hechos más relevantes en la historia de vida del nuevo Papa es el papel que fungió como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, esto después de que en 1992 fuera llamado para ser obispo auxiliar de Buenos Aires, luego en 2001 ser nombrado cardenal por Juan Pablo II.
Mucho se ha dicho de los actos humanitarios en los que a lo largo de su vida ha participado el nuevo Pontífice.
Aseguran los que han estado cerca de él, que desde siempre Bergoglio ha sido una persona humilde, social y preocupada no sólo por los más desfavorecidos sino por la sociedad misma.
La fuerte influencia que tiene la religión en Latinoamérica será sin duda uno de los elementos que el Papa Francisco I tendrá como ventaja, aunado a su nacionalidad esperemos no sólo tenga la misma aceptación que tuvo Juan Pablo II, sino que sea un detonante importante en cuanto a presión se refiere para el mejoramiento político de muchos países latinoamericanos -incluido Argentina, aún sabiendo los roces que el nuevo Papa tiene con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández.
NADA PERSONAL
Si bien aquella frase que dice 'las comparaciones nunca han sido buenas' es cierta, en algunas ocasiones éstas se consignan necesarias.
El fallecido Papa Juan Pablo II, su admirable aceptación con el pueblo católico y participación política no son indiscutibles. Lo que es por 'default' digno de análisis es la manera en que el nuevo Papa Francisco I tomará y manejará el mando católico. ¿Tendrá la misma aceptación?, ¿será un Papa que opine al igual que Juan Pablo II sobre temas político-sociales?
Sin duda alguna Francisco I tiene una larga lista por llevar a cabo, empezando por el mismo Vaticano; tema sobre el cual se ha dicho que el elegido Pontífice recurrirá a una nueva reestructuración para hacer los cambios necesarios.
Y como aquí nada es personal, si bien es correcto sacar a relucir las actividades sociales en las que ha estado inmerso el nuevo Sumo Pontífice, es viable conocer algunos elementos que podrían ser como un chirrido en el pizarrón dentro de la vida del nuevo líder del catolicismo.
En Argentina, Francisco I ha sido criticado por algunos ya que se dice fue muy permisivo con la dictadura cívico-militar del Teniente General Jorge Rafael Videla, suceso que marcó la vida social de este país.
Por otra parte, en el año 2010, ya instaurado el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, las ideas del ahora Pontífice se hacían notar en contra de los proyectos de Fernández. Cuando se lanzó la iniciativa de ley para hacer legales los matrimonios entre homosexuales, Bergoglio envió una carta al Congreso en contra de este proyecto de ley escribiendo "es la pretensión destructiva al plan de Dios".
Un nuevo Papa, nuevos cambios, nuevas ideas -que conservadoras o no-, sin duda marcarán una simbólica transformación en la sociedad; sólo queda esperar y, por supuesto, analizar los movimientos político-sociales que este suceso conlleva.
Escríbame y comparta ideas conmigo.
Twitter: @karenleyvaa