La jamaicana Shelly-Ann Fraser-Pryce (d) se impone en la final de 200m. (AP)
Imperiales en la pista, Shelly-Ann Fraser-Pryce y Mo Farah completaron ayer sendos dobletes en el Mundial de Atletismo, la primera con otra demostración abrumadora en la velocidad y el segundo con un extraordinario despliegue en las carreras de largo aliento.
La jamaiquina Fraser-Pryce repitió la fórmula con la que arrasó en los 100 metros: una potente largada para cruzar la meta con un significativo margen de victoria. Fraser-Pryce escuchó el grito de dolor de la tricampeona mundial Allyson Felix al desplomarse en la pista, cerca de donde se efectuaba la competencia de lanzamiento de la bala, por culpa de un desgarre en el isquiotibial de su pierna derecha.
Calzando sus vistosas zapatillas rosadas y las extensiones del mismo color en su cabellera, Fraser-Pryce se impuso con tiempo de 22.17 segundos, superando por 17 centésimas a la marfileña Murielle Ahoure. La nigeriana Blessing Okagbare, segunda en el salto largo y sexta en los 100, se llevó el bronce, con el mismo tiempo que Ahoure.
"La escuché cuando gritó, pero yo estaba verdaderamente enfocada en lo mío", dijo Fraser-Pryce sobre Felix. "Tenía que pasar esa curva y no me importaba otra cosa, no me importaba si Usain Bolt iba detrás de mí. Salí a correr como si mi vida dependía de ello".
Mientras Felix era sacada del estadio Luzhniki cargada en los brazos de su hermano Wes, Fraser-Pryce festeja bailando al son de "One Love" de Bob Marley.
Fraser-Pryce todavía puede irse de Moscú con un inédito triplete de títulos en su trayectoria en las magnas citas, sujeto a la actuación del relevo 4x100 de Jamaica.
Su compatriota Bolt ya ha coleccionado tres de esos tripletes y ahora apunta a otro, luego que poco antes se clasificó sin complicaciones a la final de los 200 que se disputará hoy sábado. Bolt tiene además en agenda el relevo corto.