Cero diálogo. De acuerdo con autoridades, los secuestros de extranjeros tienen frenado el diálogo entre el gobierno de las FARC.
El secuestro de extranjeros en Colombia tiene frenado el proceso de paz entre el gobierno del presidente, Juan Manuel Santos y el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN), informó ayer el diario El Espectador.
El periódico colombiano aseguró ayer que la retención de los alemanes Uwe y Otto Gunther Breuer, por parte de esa guerrilla en la región colombiana del Catatumbo, llevó al país europeo a tomar distancia frente al diálogo.
Afirmó que "el apoyo de Alemania a este proceso ha sido fundamental y es por esta razón que el secuestro de dos de sus ciudadanos, en noviembre de 2012 y conocido la semana pasada, ha causado tanto revuelo y llevado a que este país tome distancia" . El ELN también retuvo en enero pasado a un canadiense, dos peruanos y tres colombianos mientras se encontraban en uno de los campamentos de una empresa aurífera en el caserío de Casa de Barro, en el departamento norteño de Bolívar. Los secuestros se dieron en momentos en que avanzaban contactos entre las partes para concretar un proceso de paz, cuyo inicio formal sería anunciado en marzo próximo por el gobierno colombiano, según el rotativo local.
La publicación recordó que "no es la primera vez que Alemania contribuye con los intentos de paz con el ELN. En 1998, en la ciudad de Maguncia, se adelantaron conversaciones entre este grupo subversivo y la llamada sociedad civil" .
El diario aseguró que los contactos entre gobierno y ELN, la segunda guerrilla del país, se iniciaron casi al mismo tiempo que los de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero "han marchado más lento" .
Reveló que los encargados de hacer la tarea de aproximación con el ELN fueron los mismos que los de las FARC: Alejandro Éder, alto consejero para la Reconciliación, y el exministro de Medio Ambiente Frank Pearl.
"En la otra orilla, los designados fueron Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, máximo jefe de esta guerrilla, y Antonio García, un hombre de vasta experiencia en negociaciones con el Estado" , subrayó.
Añadió que "La 'pata' que le hacía falta a la mesa la suministró Alemania, que a través de un alto funcionario, que se podía mover con soltura en territorio fronterizo con Venezuela, de control del ELN, ayudó a establecer los contactos" .