Sueño frustrado. Arminda, de 20 años, y su hermana Sofía, de 23, eran profesoras sin título profesional en Guatemala antes de partir rumbo a la Unión Americana.
Luego de doce días de una peligrosa travesía desde Guatemala, Arminda, de 20 años, y su hermana Sofía, de 23, ambas profesoras, cruzaron el río Bravo con la ayuda de un patero que contactaron en Chiapas y que las trasladó hasta una casa de seguridad en Miguel Alemán, Tamaulipas, de donde luego ellas viajaron a Laredo, Texas.
Sin pensarlo mucho, ambas hermanas decidieron emprender esta aventura, la que habría terminado en Carolina del Norte, Estados Unidos, de no haber sido detenidas y deportadas por agentes migratorios que existen en ese país.
Ahora solas, con una deuda de 10 mil quetzales (15 mil 521 pesos mexicanos) y un futuro incierto en su país, Arminda y Sofía, ambas maestras sin título profesional y con una ilusión truncada, retornarán al lugar donde la crisis económica, la violencia doméstica y el pandillerismo las expulsaron en primer lugar.
Muy parecidas entre sí, de complexión delgada y piel morena, viven en el Departamento de San Marcos, Guatemala, privilegiado por la naturaleza con tierra fértil que colinda con el Océano Pacífico y está cercano al río Suchiate, que es la frontera con México.
Quien se decide a hablar de la aventura es Arminda. Tímida y a la vez temerosa, suelta las primeras palabras, aunque con la mirada hacia el piso, tal vez porque sabe que pronto retornarán al lugar del que escapaban.
"El patero sólo nos dejó en Miguel Alemán, y luego llegaron otras personas para traernos a Laredo, y creo que eran de allí, y a él le pagamos otros 2 mil 500 dólares para que nos llevara a Houston y de allí íbamos a Carolina", explica.
En su trayecto, Arminda y Sofía fueron encerradas en una casa de seguridad con 25 personas por varios días, ellas eran las únicas mujeres. La gente llegaba y salía del lugar, hasta que a ellas les tocó el turno, y las subieron en un tráiler.
Estaban a punto de llegar a Houston, sin problemas, con otros coyotes a los que les pagaron dinero que consiguieron con familiares de Estados Unidos, cuando el vehículo fue detenido por la "migra", y fueron descubiertas en el compartimiento oculto del vehículo.
De allí las trasladaron a Laredo, detenidas, pero no fueron encerradas sino deportadas a Nuevo Laredo como si fueran mexicanas, en vez de enviarlas de manera directa a Guatemala, como lo establecen los protocolos de repatriación de no mexicanos.
"Llegamos hasta aquí con dinero prestado, pero no sabíamos a lo que nos enfrentaríamos ni lo que nos pudiera pasar. Cuando estaba en el tráiler no me podía mover, sólo sentía que me estaba ahogando, y así la pasamos tres días sin comer", menciona con la cabeza baja.
DESDE EL SUCHIATE
Yanira Xiomara, de 28 años, y Rosa López, de 22, comparten una historia similar a la de las hermanas.
Yanira y Rosa se conocieron en el río Suchiate, justo cuando serían cruzadas a México de manera indocumentada por la frontera de Tecún Umán.
Para llegar ahí, ambas debieron juntar 3 mil 500 dólares para que las llevaran hasta esa frontera a través de la venta de varias de sus pertenencias y préstamos, ya que su sueldo de 900 quetzales (mil 400 pesos aproximadamente) no fueron suficientes para reunirlos.
Ambas cruzaron la frontera del Suchiate en lancha, allí abordaron el tren a la ciudad de Oaxaca, de ahí se las arreglaron para llegar a Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Sin embargo, se quejaron de que unos sujetos les dijeron que si querían llegar al río, tendrían que pagar una cuota, por lo que ante la falta de dinero, se alojan en la Casa del Migrante, en donde esperan la ayuda de algunos de sus familiares que viven en Estados Unidos.
"No tenemos miedo y por eso estamos aquí, pero tampoco tenemos dinero… Vamos a cruzar el río Bravo", sentencia Rosa decidida.
Aumentan rescates en la frontera con EU
Las muertes de inmigrantes indocumentados ha descendido el 36 por ciento en el desierto de Arizona durante el año fiscal 2013, sin embargo la Patrulla Fronteriza advierte de que los rescates se han incrementado.
De acuerdo con las cifras más recientes de la agencia federal, entre el pasado 1 de octubre y el 1 de mayo, se ha reportado la muerte de 64 inmigrantes indocumentados, en comparación con los 101 cuerpos que durante las mismas fechas se habían encontrado el año pasado. "Las muertes han descendido, pero a medida que las temperaturas comienzan a subir en el desierto, los peligros se incrementan", dijo hoy a Efe Andrés Adame, portavoz de la Patrulla Fronteriza Sector Tucson.
El más reciente fallecimiento ocurrió el pasado 11 de mayo cuando agentes fronterizos respondieron al llamado de una persona perdida en el desierto, cerca de la población de Tres Puntos.
Los agentes encontraron a un inmigrante que indicó que su amigo necesitaba atención médica y que habían sido abandonados por el "coyote" que los guiaba.
El equipo de rescate de la Patrulla Fronteriza encontró a la persona, pero ésta ya había fallecido.
En lo que va del año fiscal 2013, la agencia federal ha reportado 203 rescates, 27 casos más que durante este periodo del año pasado. En el año fiscal 2012, la Patrulla Fronteriza Sector Tucson, la cual cubre el 90 por ciento de la frontera entre Arizona y México, reportó 634 rescates, una cifra récord.
Migrantes y violencia
Urge contar con una política que proteja a los migrantes de la violencia:
⇒ La situación de los migrantes empeoró, ya que de detenciones arbitrarias, abusos de autoridades y despojo de criminales, pasaron actualmente a ser víctimas de violaciones físicas y sexuales de la delincuencia organizada y corporaciones policiacas.
⇒ Tan sólo en 2009, nueve mil 758 migrantes fueron secuestrados en un periodo de seis meses, lo que equivale a 20 mil migrantes plagiados al año.