Estrés, ansiedad y miedo. A esto se enfrenta la población de la región nipona de Fukushima por la incertidumbre ante la radiación, más de dos años y medio después de que un tsunami arrasara la costa nordeste de Japón y causara el mayor accidente nuclear de las tres últimas décadas. "Desde que se produjera el accidente, 57 mil personas han abandonado Fukushima, mientras que las que se han quedado tienen que vivir con la duda de si su decisión fue la mejor o de si viven o no en un lugar seguro", dijo un psiquiatra.