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YAMIL DARWICH

Lo acontecido en México durante el 2013 ha sido de gran importancia para la economía de cada uno de los mexicanos; la problemática en política y justicia social ha llegado a la ingobernabilidad en algunos estados y el resto están amenazados. La pobre solución encontrada para amainar el temporal ha sido, entre otros, el deporte, particularmente el futbol soccer, con luchas empresariales por controlar posiciones estratégicas y seguir usufructuándolo.

Nada nuevo bajo el sol; recuerde el adagio romano: "al pueblo pan y circo", que el poeta Juvenal lo pronunciara por primera vez cien años antes del nacimiento de Cristo, refiriéndose a la manipulación de políticos y aristocráticos contra el pueblo que recibía espectáculos de sangre para distraerlos y disminuir sus ansias de justicia.

El futbol mexicano es, ahora más que nunca, un medio de manipulación importante, usado para distraernos de la realidad nacional. Piense que la Reforma Hacendaria palideció ante la gravedad -creada artificialmente- del mal desempeño del tricolor, que a punto estaba de no asistir al mundial.

¿Realmente así era? o ¿sólo se trataba de exprimir algunos millones más a la tele-audiencia nacional y a más de cien mil asistentes al coso, ...perdón, Estadio Azteca?

Hace tiempo, un profesor texano me daba la explicación a fenómenos económicos y sociales que me eran poco entendibles; me decía: "sigue la pista del dinero", un sabio consejo que en varias circunstancias me ha ayudado a encontrar causas y razones a situaciones incomprensibles.

Según algunas fuentes del Distrito Federal, la inasistencia de México al Mundial de Brasil, pudo haber representado una pérdida económica de alrededor de mil millones de dólares, tanto para México como para los organizadores del torneo mundial.

La fuente que consulté, calculó que las televisoras dejarían de vender publicidad por trescientos millones de dólares; la Federación Mexicana de Futbol perdería alrededor de trescientos cincuenta millones; cincuenta millones sería la cantidad que se dejaría de percibir por ventas en la economía indirecta y los diferentes organizadores echarían en saco roto una inversión calculada en ciento ochenta y cinco millones. Las otras dieciocho decenas de millones, súmelas por pérdidas de hoteleros, restauranteros y transportistas que se beneficiarán indirectamente con el evento.

Considerando esos datos, podemos comprender el interés y la lucha fiera que existe entre los gladiadores económicos para monopolizar el deporte-negocio del futbol profesional.

Después de luchar con todos sus recursos de comunicación, una cadena televisora logró que un empresario competidor no adquiriera equipos de futbol. Luego, de pronto, viró bruscamente su política de negocios en deportes y dio marcha atrás a todas las afirmaciones de comercialización basadas en el ataque al monopolio, postura que les permitió impedir la presencia del otro poderoso competidor. Posteriormente compró un segundo equipo que se suma a sus representativos.

A pesar de lo acordado, de pronto aparecieron propietarios de dos equipos que compiten entre ellos y contra los de otros dueños, tratando de obtener rendimientos económicos con sus inversiones.

Según algunos periodistas, la compra del Club de Futbol Atlas de Guadalajara, representó una operación de quinientos millones de pesos, que se justificó publicitariamente por la enorme "necesidad de salvar" a tal organización deportiva del descenso, con la depreciación consecuente y para el beneficio de sus hinchas.

Siguiendo el principio de "sigue la pista del dinero", la lucha por participar en la comercialización de la comunicación en radiofonía, televisión de paga, telefonía y otros servicios de redes sociales por la Internet es tremenda y se encuentra envuelta en medio de juicios legales, presiones políticas e intereses monetarios. Cuestión de competitividad y visión de negocios.

Imaginando escenarios futuros, podremos tener una idea, -vaga por cierto- de las pérdidas en pesos y centavos que pudieran sufrir al perder transmisiones de partidos de torneos caseros, por la comercialización en otras televisoras; de hecho, ya existen dos cadenas internacionales que han logrado romper el duopolio nacional.

Dice el refrán que "nadie está peleado con su dinero" y tal es el caso del futbol profesional; le preguntó: ¿quién estará dispuesto a perder su inversión en un equipo deportivo, permitiendo que descienda a una división inferior? ¿Qué empresario expondrá su dinero sin la relativa seguridad del retorno de inversión?

El soccer profesional es espectáculo, más que simple deporte, que requiere de dinero para que funcione y los inversionistas necesitan que sus recursos generen beneficio, porque ... "negocio que no deja, mejor dejarlo".

Si usted piensa que es sólo dinero lo que está en juego y que se trata de inversión y ganancias, está teniendo una visión parcial.

También es cuidar un mercado en el que tomamos parte usted, yo y todos los mexicanos, quienes somos sometidos a un tratamiento de lavado de cerebro para convencernos en comprar, consumir y sostener buena parte de la economía nacional; de paso distraernos de la realidad nacional. ¿Qué piensa?

ydarwich@ual.mx

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