Para el gobernador del estado de Morelos, Graco Ramírez, los últimos crímenes violentos ocurridos en la entidad no son de "alto impacto" y obedecen a "hechos aislados". Lo anterior en el contexto del registro de 10 homicidios en las últimas 72 horas, la mayoría de ellos acreditados al crimen organizado.
No obstante, el gobernador admitió que el crecimiento de los secuestros "exprés" son como consecuencia del desmantelamiento de los dos principales grupos delictivos, Guerreros Unidos y Los Rojos.
"Los que vivían de esta actividad ahora actúan por su cuenta. Esto nos ha llevado a otro tipo de trabajo. Somos el estado que más se ha coordinado a nivel estatal y federal, además de constituirnos como modelo de vanguardia en el modelo de Mando Único", señaló.
Sin embargo, el mandatario admitió que los hechos de violencia siguen, pero dijo que "en ocho meses no se puede pedir milagros".
Ramírez aseguró que con la participación del nuevo Consejo Ciudadano comenzarán actuar para asesorar a las víctimas de los secuestros exprés.
Reiteró su rechazo al apoyo de las fuerzas federales para combatir al crimen organizado. "No hace falta ninguna fortaleza, ni que venga nadie más. Aquí vamos a resolver el problema", expuso.
El gobernador se refirió también al proyecto oficial para instalar mil cámaras de video vigilancia, algunas de ellas en tramos de la autopista México-Acapulco porque se ha detectado que la paraestatal de Caminos y Puentes Federales prende y apaga las cámaras de video. En este caso, abundó, se utilizarán cámaras en infrarrojo.