Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, que se consolidó como el partido más votado en las recientes elecciones, dijo hoy que no dará ningún voto de confianza a Pierluigi Bersani, quien sería el nuevo jefe de gobierno italiano.
“El M5S (Movimiento 5 Estrellas, por sus siglas en italiano) no dará ningún voto de confianza al PD (Partido Democrático) ni a otros. Votará en el aula (parlamentaria) las leyes que reflejen su programa, quien quiera que sea que las proponga”, escribió el cómico Grillo en su blog.
Acusó a Bersani, del centroizquierdista PD, de ser un “stalker” (molestador) político, pues “desde hace días persigue a M5S con propuestas indecentes en vez de renunciar, como en su lugar haría cualquier otro”.
Grillo se refirió al llamado de Bersani a encontrar una alianza con el M5S que le permita gobernar, luego que en las elecciones el Senado quedó sin mayoría absoluta, en un régimen político como el italiano donde es fundamental el control del Parlamento.
El cómico y bloguero ironizó sobre el triunfo electoral de Bersani quien, dijo, “logró ganar perdiendo”.
Recordó que antes de las elecciones del domingo y lunes, el líder del PD acusaba al M5S de ser “fascista”, “una amenaza para la democracia”, de “llevar al desastre” o de buscar que Italia “termine como Grecia”.
Pero la víspera Bersani reconoció en rueda de prensa ser un “ganador que no está en grado de gobernar”, tras los resultados de las elecciones.
“Nosotros no hemos ganado pese a que llegamos en primer lugar. Quien no logra garantizar la gobernabilidad a su país no puede decir que ganó las elecciones”, dijo.
Secretario general del centroizquierdista PD, Bersani es apoyado por el partido Izquierda, Ecología y Libertad y por otras formaciones menores y era dado como seguro triunfador en los sondeos preelectorales desde hace meses.
Sin embargo, los resultados de los comicios dibujaron un cuadro más complicado, en el que la coalición de centroizquierda alcanzó 29.54 por ciento de los votos en la Cámara de diputados, apenas cuatro décimas de punto arriba de la coalición de derecha de Silvio Berlusconi, que remontó de manera inimaginable y tuvo 29.13 por ciento.
Debido a la ley lectoral, que prevé un premio de mayoría a nivel nacional a la coalición ganadora en la Cámara de diputados, la agrupación de Bersani se adjudicó automáticamente 340 escaños, mientras la de Berlusconi se quedó con 125.
En el Senado, donde el premio de mayoría se da región por región y no a nivel nacional, Bersani alcanzó 31.6 por ciento de los votos y 120 asientos, muy lejos del mínimo requerido de 158 para lograr la mayoría absoluta y poder gobernar.
La coalición de Berlusconi, por su parte, obtuvo 30.6 por ciento de los votos y 117 asientos, lo que le da el poder de condicionar al nuevo ejecutivo.
El gran ganador fue, sin embargo, el M5S, que resultó ser el partido en lo individual (sin considerar coaliciones) más votado en la Cámara baja, donde alcanzó 25.5 por ciento de los votos y 109 escaños, mientras en el Senado obtuvo 23.79 de los sufragios y 54 asientos.
El gran perdedor fue el primer ministro saliente, Mario Monti, quien en la Cámara baja sólo logró 10.54 por ciento de los votos y 47 lugares y en la Alta 9.13 por ciento y 19 asientos.
Esos resultados hacen difícil la formación de un gobierno estable y duradero y la víspera el PD anunció su intención de encontrar alianzas con el M5S, fundado en 2009 por Grillo y que se autodefine como una “asociación libre de ciudadanos”.
Las cinco estrellas del nombre representan los temas al centro de la agenda política del movimiento, es decir, agua pública, movilidad sostenible, desarrollo, conectividad y medio ambiente.
El movimiento creció exponencialmente a través de Internet y, durante la campaña electoral, en las plazas públicas de las ciudades, pues Grillo se negó a presentarse ante la televisión.
