Es el líder nacional del PAN después de aseverar que fuel único partido político que creció en la jornada electoral del domingo 7 de este mes de julio quien analiza si se retira entre aplausos como lo hizo en su tiempo la actriz sueca Greta Garbo que se despidió de los escenarios fílmicos a la edad de 36 años cuando estaba en la cima de su carrera debido a que le horrorizaba envejecer ante su público; aclaremos que a la actriz no a Gustavo, quien con esas barbas creemos ya no se cuece al primer hervor, se le llamó a partir de entonces "la misteriosa", le apasionaba fumar en pipas largas y típicas del sexo masculino, a ella, no sabemos si a él también. Tenía una voz profunda y viril, ella no él. Decían que era devoradora, pero en realidad se zampaba o engullía a personas de su mismo sexo, la Garbo no Gustavo.
Era un enigma su vida, de la Garbo, no la de Madero. Otros aseguran que pertenecía a un círculo lésbico, donde la bisexualidad y el lesbianismo se aceptaban con total normalidad. En 1925 rodó en Alemania La calle sin alegría. Se ignora si Gustavo estará alegre o no al irse a la calle lejos de las candilejas que hay en el proscenio de una vida dedicada a la política. Ella poseía una belleza hierática. Se dice del estilo o ademán que afecta la solemnidad extrema. En esto tiene razón pues de lo que se ha visto él siempre adopta un gesto majestuoso lleno de pompa y circunstancia, excepto cuando ha dicho que su señora le aconseja se retire, aprovechando que el público ha pedido las orejas y el rabo en premio a su labor mostrando la tímida sonrisa, clásica de los mandilones que saben reconocer cuál es su lugar. Ella fue conocida en aquellos años como la mujer que no ríe; él igual.
Ella se aisló acrecentando más su imagen de figura mítica, en cambio a su probable émulo no le conviene llevar una vida de ermitaño pues el político vive de su imagen pública. El artista cinematográfico, de esa época Ramón Novarro, con el que trabajó en la película Mata Hari, opinó de su coestelar: "Es lo que uno podría soñar. Además de hermosa es seductora, llena de misterio, con una lejanía que sólo los hombres comprenden, porque esa es una cualidad que usualmente sólo se encuentra en los hombres. Pienso que todos deberían casarse, todos excepto los artistas". No se puede servir a dos amos: matrimonio y arte. La Garbo es ante todo, artista y yo espero también lo soy. Ella ha prometido que no se casará nunca y sé que yo tampoco lo haré". Aún hoy el rostro de Greta Garbo es considerado quizá el más perfecto que haya pasado por la gran pantalla.
Greta Garbo era ya estrella del celuloide en los últimos años del cine mudo, por lo que la llegada del cine sonoro no la perjudicó adaptándose perfectamente a pesar de que las películas con sonido vinieron a delatar su fuerte acento sueco. En 1941 volvió a la comedia ligera, en la que sería su última aparición en el cine, con la película La mujer de dos caras. Se desconoce si Madero sea un hombre de dos caras, por lo que no se puede hacer la comparación con la artista Garbo. Lo que le hubiera quedado al dedillo a otro Gustavo, en este caso al político de Puebla, Díaz Ordaz, de quien se decía contaba con dos caras y él mismo se encargó de desmentirlo públicamente exclamando en un mitin público que él no era hombre de dos caras: "Pues si las tuviera ustedes creen que traería este adefesio de rostro". Vaya que don Gustavo Diaz Ordaz era tan feo que donde veías dolía...
En fin, Gustavo Madero Muñoz dijo que estaba pensando seguir los pasos de la excelsa actriz doña Greta Garbo. Ya dijimos las coincidencias y los antónimos. Usted, querido lector del Siglo ¿qué cree?