Fotografía de la destrucción en la vivienda de Andrea Fernández en Staten Island, seis meses después del paso del huracán “Sandy”, que arrasó buena parte de las zonas costeras de la ciudad de Nueva York, lo que ha impedido el cierre de las heridas físicas y emocionales, con una reconstrucción sin concluir y muchas familias modestas que sobreviven en condiciones muy difíciles.