Más de 300 activistas y miembros del movimiento cubano LGBT desfilaron ayer por una céntrica avenida de La Habana en la ya tradicional "conga" contra la homofobia que este año reclamó un socialismo que respete la diversidad y combata los prejuicios sexuales.
Mariela Castro, hija del presidente cubano Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), encabezó el particular desfile a ritmo de tambores y estribillos, el evento más público y esperado de la Jornada Cubana contra la Homofobia que este mes celebra su VI edición.
Entre banderas cubanas y de arcoiris, muchos activistas portaban carteles con mensajes como "revolución y socialismo por la diversidad" y "los derechos sexuales son derechos humanos", al tiempo que coreaban lemas como "socialismo sí, homofobia no". El desfile estuvo particularmente orientado a las familias con un llamado de "amor, respeto e inclusión" y en defensa de los hogares libres de homofobia.
"Estamos privilegiando el mensaje para todas las familias porque se conoce por investigaciones, y por nuestra experiencia práctica aquí, que la familia es uno de los espacios de mayor vulnerabilidad en los derechos de las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero)", afirmó Castro a periodistas durante la marcha.
La discusión de ese anteproyecto de ley en la Asamblea Nacional es una de las principales metas del trabajo actual del Cenesex y del movimiento cubano LGBT.
