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Huracanes desnudan México

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

De nuevo la madre naturaleza pone a prueba a México y en especial a las autoridades locales y federales del país.

El huracán "Ingrid" y la tormenta tropical "Manuel" que se elevó a huracán el miércoles, azotaron casi de manera simultánea al 80 por ciento del territorio nacional durante los últimos días con saldo al momento de 97 muertos y varios millones de mexicanos damnificados.

Los estados más afectados son Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Veracruz, Campeche, Coahuila, Tamaulipas, Michoacán y Sinaloa, pero se podrían sumar en las próximas horas Sonora, Baja California Sur, Durango y Chihuahua.

El huracán "Manuel" atacó con furia en las últimas horas al norte de Sinaloa y aunque su fuerza se desvaneció al entrar a tierra, las lluvias no cesaban y se extendían por toda la región con efectos que todavía resultaba difícil precisar en el momento de escribir este artículo.

Es la primera vez en el actual sexenio que se enfrenta un desastre natural de esta dimensión y lamentablemente el primer recuento de daños indica que algo no se hizo bien o que pudo hacerse mucho mejor por parte de las autoridades federales.

O los funcionarios andaban muy ocupados alistando el Zócalo para el primer "Grito" del presidente Peña Nieto o simplemente se relajaron por el puente vacacional. Lo cierto es que la ahora super Secretaría de Gobernación no pudo con tantas tareas simultáneas, desde negociar con maestros, contener a manifestantes, amarrar pactos y luego atender tragedias naturales.

Desde el pavoroso huracán Gilberto que dejó en 1988 una estela de daños y muerte desde Cancún hasta Tijuana y luego los huracanes Paulina (1997) e Ismael (2005), no recordamos una situación tan seria como la que hoy se enfrenta a nivel nacional.

En Guerrero y concretamente en Acapulco se ha centrado la atención de los medios porque miles y miles de vacacionistas de la ciudad de México quedaron ahí varados además que en esa entidad se registró mayor número de víctimas y sus autoridades no respondieron con la celeridad que ameritaba la magnitud del desastre.

Todavía el miércoles se intentaba ocultar la desaparición e inminente muerte de 68 pobladores de Atoyac, Guerrero, quienes quedaron sepultados por toneladas de lodo al desgajarse un cerro y dejar enterradas a decenas de viviendas.

Las autoridades federales se volcaron a atender a las zonas más dañadas del sur de México, pero como suele suceder, el tamaño de la tragedia fue mucho mayor al esperado y no ha sido posible cubrir las necesidades de miles de damnificados que exigen agua, alimentos, cobijo y especialmente seguridad para ellos y sus familias

Por fortuna la solidaridad de los mexicanos ha sido inmensa y gracias a instituciones como la Cruz Roja, empresas privadas, fundaciones y organizaciones civiles, se ha logrado complementar la ayuda que brindan las dependencias de gobierno.

En varios estados de la República salieron de nuevo a flote las deficiencias de gobiernos como ocurrió en Guerrero en donde no se desalojaron con tiempo las poblaciones afectadas y el mismo Acapulco se convirtió en una trampa mortal.

Quedó en evidencia la falta de calidad de la cinta asfáltica y de los túneles en la llamada Autopista del Sol que fue construida en tiempo del presidente Carlos Salinas de Gortari por el consorcio que integraron ICA, GMD y Tribasa. A través de imágenes de televisión lucían patéticos los chorros de agua que se "goteaban" al interior de uno de los túneles.

El presidente Enrique Peña Nieto entró al rescate de las zonas dañadas desde la noche del "Grito" al suspender su participación en la cena de Palacio Nacional. Realizó varios recorridos por los estados más dañados y de última hora canceló una gira a Nueva York ante la emergencia social que vive México.

Vale reconocer esta actitud responsable del primer mandatario aunque lo realmente importante será rescatar a las víctimas de las zonas más riesgosas e iniciar con prontitud y eficiencia la reconstrucción de viviendas, escuelas, carreteras y vialidades urbanas. La tarea será titánica y por demás costosa.

A los mexicanos que no fuimos afectados por los huracanes nos corresponde aportar todo lo que esté a nuestro alcance para que alimentos, agua, medicamentos y ropa, lleguen a donde más se necesitan.

APUNTES FINALES

Sin duda a todo México le vendría bien la descalificación del Tri para el Mundial de Brasil… ¿Se imaginan todo lo que ahorraríamos en horas inútiles de televisión, gastos en viajes, compras de camisetas y de bebidas alcohólicas?

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jhealy1957@gmail.com

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