Además. Vitale, cuyo nombre siempre suena para el premio Cervantes o el de Poesía Iberoamericana Reina Sofía, defiende el género de la poesía sobre todo.
La poeta uruguaya Ida Vitale conoció a Juan Ramón Jiménez y a Bergamín, trabajó con Octavio Paz y compartió generación, la del 45, con Benedetti o Idea Vilariño, quienes tenían como gurú a Juan Carlos Onetti. Hoy a sus 90 años, testigo de todo un siglo, dice que "el libro digital es campo de propaganda".
"Por la computadora llegas a nombres que no conoces y tienes la posibilidad de interesarte por autores y poemas que ni hubieras imaginado. Tiene un poco el papel que tuvieron las revistas, que hoy ya no están; ocupan su papel de propaganda, pero un libro te lo puedes llevar a la cama de una manera, que con la computadora o una tableta jamás podrás", así lo explica a Efe esta poeta y novelista, que hoy leerá sus poemas en la Casa de América, en el festival de Poesía de Madrid.
Ida Vitale, que también acaba de publicar en España una selección de su poesía en un bello volumen ilustrado (un objeto libro) por el artista Jaime Aledo, con el título "Área de comienzo", editado por la Galería Estampa, dentro del proyecto Biblioteca Americana, asegura estar "feliz" de estar en España para compartir tarde y espacio con otros poetas.
Elegante y lúcida, Ida Vital, viene de pasar unos días por Montevideo, su ciudad de origen, y tras su participación en POEMAD, regresará a Estados Unidos, a Texas, donde se exilió en 1989 tras el golpe militar en su país. Tuvo un paréntesis de once años en México, -"felicísimos once años", dice-, en los que trabajó con Paz y formó parte de la mítica revista "Vuelta".