A escasas dos semanas de vencerse el plazo de ley para su entrega al Ejecutivo y al Congreso, el Instituto Mexicano del Seguro Social no tiene listo aún el tradicional informe sobre su situación financiera y riesgos, cuya aprobación por parte del Consejo Técnico se daba durante el mes de mayo.
La razón, aparentemente, es el plantear un corte de caja integral de cara al sexenio, es decir si las exiguas reservas con que cuenta alcanzarían para saltar hasta el 2018 sin estallidos al calce.
En caso contrario, el documento plantearía las alternativas de salida, entre ellas una aportación extraordinaria del gobierno, sin dejar de lado la posibilidad de un contrato colectivo B para trabajadores de nuevo ingreso, y revivir la congelada iniciativa que planteaba homologar las reglas para el cálculo del salario-base de cotización con las aplicables para el entero del Impuesto Sobre la Renta.
En la búsqueda de la realidad se contrató a una firma inglesa especialista en prospectiva, además de varios despachos de actuarios mexicanos.
Por lo pronto, las cifras aterran.
Hasta finales del 2010 el déficit financiero del organismo que está cumpliendo 70 años, alcanzaba el escándalo de 3.16 billones de pesos, equivalentes a la totalidad del presupuesto federal, y al 28.3% del Producto Interno Bruto de entonces.
Hasta el año pasado su faltante de reservas para atender las pensiones y jubilaciones a sus trabajadores alcanzaba un billón 650 mil millones de pesos.
Y si le seguimos, el valor del déficit de los seguros médicos para Enfermedades, Maternidad, Salud para la Familia, Guarderías y Prestaciones Sociales, se ubicaba en el propio 2010 en 5.8 billones de pesos, equivalentes al 45.3% del Producto Interno Bruto.
Del otro lado de la moneda, los seguros de prestaciones económicas como Invalidez y Vida y Riesgos de Trabajo, alcanzaban al final del 2010 un sobrante de 2.1 billones de pesos, equivalentes al 17% del PIB.
La pregunta es si los remanentes podrían equilibrar los faltantes… mientras se agota el sexenio.
Lo cierto es que desde el 2012 el documento con proa al Ejecutivo y al Congreso planteaba la exigencia de una aportación extraordinaria del gobierno para cubrir el costo estimado de padecimientos de alto impacto financiero, entre ellos diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, cáncer cervicouterino, cáncer de mama y síndrome de inmunodeficiencia adquirida VIH, conocido como Sida.
La aportación reclamada era de 53 mil 319 millones… que nunca llegaron a la caja.
Desde otro plano, se planteaba ajustar las cuotas para el seguro de salud para la familia, a fin de evitar la profundización del colosal desfase entre ingresos y egresos, lo que requería reformar el artículo 242 de la Ley del Seguro Social. Tampoco el requerimiento fue cubierto.
Hace unas semanas, lo recordará usted, la Cámara de Diputados había aprobado una propuesta del diputado priista Sergio Torres Félix para homologar el tratamiento para el entero del Impuesto Sobre la Renta de los trabajadores al cálculo del salario base de cotización para efecto de pago de cuotas, lo que en el papel le daría al Instituto un ingreso adicional de cuatro mil millones.
La posibilidad fue congelada en el Senado ante la presión de las cúpulas empresariales, cuyo planteamiento era analizar de fondo la situación financiera del organismo para no plantear simples paliativos. Durante el último tramo del sexenio pasado, en otro intento fallido, se llegó a barajar la posibilidad, con perfil de absurda, de liquidar a la totalidad a los trabajadores… para recontratarlos con un nuevo Contrato Colectivo.
Lo cierto es que el IMSS ya tiene un contrato B en materia de jubilaciones y pensiones que aplica para los trabajadores de nuevo ingreso, es decir, más años de trabajo y menos percepción a la hora del retiro. Por lo pronto, el primer signo de que el gobierno actual quiere enfrentar una salida radical frente al tradicional tronadero de dedos del IMSS, es la llegada de un técnico en lugar de un político a la dirección general.
La gran pregunta es si en la frialdad de los números José Antonio González Anaya se atrevería a plantear un crecimiento en las cuotas; un contrato B integral para trabajadores de nuevo ingreso, y una colosal aportación extraordinaria del gobierno.
El plazo se vence el 30 de junio.
BALANCE GENERAL
Atribuida por las cúpulas empresariales la desaceleración económica del país al subejercicio del gobierno en materia de gasto de inversión, de acuerdo al subsecretario de Egresos de Hacienda, Fernando Galindo Favela, éste es menor al de otros años.
El funcionario lo ubica en "sólo" cinco por ciento, cuyo monto equivale a 8 mil 300 millones de pesos.
Según ello, durante el arranque del sexenio anterior el déficit fue de 6.2%.
Sin embargo, el funcionario hacendario reconoce que existen partidas sin ejercer en dependencias clave para detonar inversiones privadas, es decir, Comunicaciones y Transportes, Comisión Nacional del Agua, Agricultura y Turismo.
Por lo pronto, la economía sigue en declive.
RENACE NAFIN
En previsión de la exigencia presidencial de multiplicar el crédito de la banca de desarrollo, Nacional Financiera está replanteando sus consejos regionales, convocando a los empresarios más importantes de la zona.
La estrategia, que alguna vez le permitió a Bancomer escalar el primer lugar del sistema, permite identificar la solvencia de los solicitantes de préstamos aún sin haberse realizado los análisis de riesgo pertinentes.
Bajo la conducción del exdesincorporador estrella del Gobierno federal, Jacques Regoszinski, el principal banco público está regresando a sus orígenes como instancia de fomento.
¿EMBARGAN A SLIM?
En el insólito del milenio, la alcaldía de Bogotá está amenazando con embargar a la empresa del magnate Carlos Slim que opera con la razón social Claro, por un adeudo que se ha litigado tres años en los tribunales.
Según el alcalde, Gustavo Petro, la firma de telefonía celular y video ha perdido ya todas las instancias de la cadena, lo que la deja sin alternativas.
HONORIS CAUSA
En reconocimiento a sus contribuciones a la salud pública y su tarea incansable como promotor y articulador de la innovación empresarial, la Universidad Católica de San Antonio de Murcia España, le otorgó un doctorado honoris causa al presidente del grupo Silanes, Antonio L. Silanes Pérez.
Se trata del primer mexicano en ser distinguido con el título al que han accedido el expresidente español, José María Aznar y el entrenador de la selección española de futbol, Vicente del Bosque.
El empresario fundó el Grupo de Estudios al Nacimiento, cuyo objeto es prevenir los defectos que pudieran tener los bebés.
albertobarrancochavarria0@gmail.com
barrancoalberto@prodigy.net.mx