Se salvan. Investigadores aún con muchas incógnitas con relación al aterrizaje de los pilotos.
A medida que el Vuelo 214 descendía sobre la Bahía de San Francisco, los dos pilotos de Asiana Airlines al mando estaban intentando algo nuevo.
En el asiento izquierdo de la cabina estaba sentado Li Gang-kuk, un piloto de 46 años de edad con sólo 35 horas de experiencia de vuelo en un Boeing 777 que estaba aterrizando la gran aeronave por primera vez en el Aeropuerto Internacional de San Francisco. A su derecha estaba Li Jeong-Min, un entrenador que hacía su primer viaje como piloto instructor.
Aunque los dos hombres tenían años de experiencia en aviación, esta misión incluyó funciones desconocidas para ellos, y era la primera vez que volaban juntos. El vuelo tuvo un final trágico cuando el avión hizo un accidentado aterrizaje el sábado, en el que murieron dos pasajeros y muchos otros resultaron heridos.
Deborah Hersman, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por su siglas en inglés), informó ayer que el piloto le dijo a los investigadores que lo cegó una luz a unos 152 metros, lo que equivaldría a 34 segundos antes del impacto y el punto en el que el avión comenzó a disminuir su velocidad y caer precipitadamente.