La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) busca el paradero de unas 30 personas que atacaron con armas de fuego las instalaciones del ayuntamiento de Pilcaya, ubicado en la región norte de Guerrero.
La dependencia informó que en coordinación con efectivos del Ejército Mexicano, desde la tarde de ayer miércoles reforzaron la seguridad pública en este municipio y otros circunvecinos.
Además, iniciaron un operativo especial en esta zona limítrofe con el Estado de México, para dar con el paradero de los responsables de esta agresión.
En un comunicado, la PGJE confirmó que la madrugada del miércoles, 30 hombres armados a bordo de tres vehículos arribaron a las oficinas del ayuntamiento de Pilcaya, primero efectuaron disparos contra la comandancia, en cuyo interior había nueve de los 10 policías, y después atacaron el edificio del ayuntamiento.
Los uniformados respondieron la agresión que duró más de 15 minutos; la Fiscalía estatal reportó que en el lugar de los hechos fueron localizados más de 300 casquillos percutidos de armas de alto poder.
Dentro de las primeras indagatorias, se supo que previa a este agresión, en la dirección de la Policía Municipal de Pilcaya se recibió una llamada telefónica de su homóloga del municipio de Ixtapan de la Sal, Estado de México, quien le informó sobre una posible agresión al ayuntamiento por parte de un grupo de hombres armados.
Lo anterior se supo después de que una persona fue detenida en el vecino Estado de México, a quien le aseguraron un teléfono celular, en el que existían varios mensajes en alusión a una posible agresión a los elementos policiacos de Pilcaya, y a las instalaciones del ayuntamiento.
En consecuencia, los elementos policiacos municipales colocaron frente a los oficinas dos vehículos para que fueran los que recibieran los disparos de manera directa; así los agentes municipales repelieron la agresión y obligaron a los hombres armados a huir en dos de los tres vehículos en que viajaban, sin que se registrarán pérdidas humanas.
El tercer vehículo fue decomisado por el personal de la PGJE, en cuyo interior fueron hallados chalecos táctiles y gorras con logotipos de la Policía del Estado de México, así como colchonetas.
