Un grupo de antropólogos mexicanos ha estudiado la alimentación de los indígenas que habitaban en la época de la Colonia en Ciudad de México y ha determinado esta se basaba en el maíz y los vegetales. (ARCHIVO)
Todo lo que los humanos comen queda registrado en su esqueleto y gracias a ello un grupo de antropólogos mexicanos ha estudiado la alimentación de los indígenas que habitaban en la época de la Colonia en Ciudad de México y ha determinado esta se basaba en el maíz y los vegetales.
A través de un análisis químico e histórico realizado a 40 osamentas de individuos que vivieron hace 400 años, expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) han podido comprobar además que "la carne de vaca les parecía de mal sabor y era muy cara".
"Lo que podemos observar con los datos químicos es que los indígenas comían más vegetales que productos animales", apuntó en un comunicado la doctora en antropología física, Oana del Castillo, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"Los análisis efectuados en las osamentas confirman lo que las fuentes históricas indican: para la población indígena virreinal, la carne de res no era muy apetecible, amén de ser cara, asimismo tenían mucho problema para consumir leche, porque les causaba molestias por la lactosa, y no se conservaba fácilmente", explicó.
Los restos estudiados pertenecen a dos colecciones, una procedente del Hospital de San José de los Naturales, donde se atendía a los indígenas, y la otra del Hospital de San Juan de Dios, al que acudían las castas; ambos funcionaron en la Ciudad de México durante los siglos XVII y XVIII.
La investigadora explicó que el objetivo del estudio era saber si ambos grupos poblacionales tenían la misma dieta y cuál había sido el impacto en su salud.
Así, mientras que los restos óseos analizados de los indígenas tienen una mayor proporción de huellas de estroncio, elemento químico que se encuentra en los vegetales, en las osamentas de las castas la cantidad de magnesio y zinc era más alta, lo que indica el consumo de carne y sus derivados.
El estudio también permitió descubrir que los indígenas padecieron anemia a causa de una nutrición deficiente, y que las enfermedades infecciosas eran frecuentes.
Además, ambas poblaciones perdían rápidamente sus piezas dentales por falta de limpieza.
La investigación hecha a las dos colecciones óseas también revela que la esperanza de vida tanto de castas como de indígenas era de alrededor de 32 años.