Los agresores de Antonio de Jesús, el niño que sufrió derrame cerebral a causa de una golpiza por parte de compañeros de la secundaria, no serán expulsados aunque posiblemente se adaptarán a una reubicación de plantel, informó la Secretaría de Educación Pública (SEP) de Puebla.
De acuerdo con la dependencia, hasta el momento no hay indicios de quiénes golpearon al menor de 12 años, estudiante de primer grado en la secundaria Galileo Galilei del municipio de Amozoc.
Existe incluso la posibilidad de que adolescentes que no son estudiantes de la institución estén involucrados en el ataque al infante, pero hasta el momento es una hipótesis, indicó la dependencia.
Fuentes de la SEP confirmaron que en el transcurso de la siguiente semana se tendrán los primeros resultados de la investigación correspondiente, pero no se difundirá la identidad de los agresores puesto que se trata de menores de edad.
Asimismo se contempla que los menores sean reubicados en otra escuela secundaria, pero no serán expulsados del sistema educativo, pues se convertirían en “desertores peligrosos”.
La secretaría estatal insistió en que la agresión ocurrió fuera del inmueble y en horario no escolar, aunque la familia afectada sostiene que la golpiza inició dentro de la Galileo Galilei, a la hora de la salida.
En tanto, la Secretaría de Salud comprometió una serie de apoyos para la familia López Monje: asumirán el costo de la operación que requiere Antonio de Jesús y le otorgarán una silla de ruedas para facilitar su movilidad.
Por su parte, el subsecretario de Educación, Jorge Cruz, aseguró que Antonio tendrá apoyo permanente para que los docentes de la institución lo reciban, una vez que su estado de salud se restablezca, sin ningún problema.
Adicionalmente, dijo, se brindará orientación jurídica y psicológica para la víctima y sus familiares.
En las siguientes semanas, se intensificarán las campañas sobre la peligrosidad del “bullying” en las instituciones educativas a fin de erradicar este tipo de casos.
El pequeño Antonio de Jesús sufrió hace un mes un derrame cerebral como consecuencia de los golpes propinados por un grupo de entre tres y cinco adolescentes de tercer grado, de quienes se desconoce la identidad.
El menor permanece en su domicilio de la colonia Santa Margarita. Los médicos tuvieron que retirarle la mitad del cráneo, debido a la inflamación de su cerebro. El pequeño tiene inmovilizada la mitad del cuerpo.
