Papamóvil. El Papa Francisco recorre las calles de Río de Janeiro en un vehículo sin vidrios blindados, marcando una diferencia con respecto a sus antecesores. El Pontífice arrancó ayer su primer viaje al extranjero desde que fue electo.
El Papa Francisco llegó ayer a Brasil para su primer viaje al extranjero desde que fue electo, con una advertencia sobre el panorama que enfrentan los jóvenes.
El Pontifice de 76 años encabezará en Río de Janeiro la Jornada Mundial de la Juventud y durante el vuelo a Brasil expresó preocupación por "el riesgo de tener una generación que no ha trabajado", debido al alto desempleo entre los jóvenes a nivel mundial.
"En este momento, los jóvenes están en crisis", dijo en breve entrevista.
En este primer viaje, Francisco continuó rompiendo precedentes. En Roma, abordó el avión cargando su propio portafolios.
Al llegar al Río, el automóvil que lo transportaba dio una vuelta equivocada por lo que fue rodeado por cientos de personas, lo que llevó al Papa a bajar el vidrio para saludarlas.
Luego, recorrió las calles de la ciudad en un "papamóvil" desprovisto de vidrios blindados, a diferencia de como hacían sus antecesores por motivos de seguridad.
Francisco fue recibido en el aeropuerto de Río por la presidenta brasileña Dilma Rouseff, quien le propuso crear una "alianza contra la desigualdad".
En su mensaje, el Papa argentino dijo que "la juventud es el ventanal por el que entra el futuro del mundo y por tanto nos impone grandes retos".
"Nuestra generación se pondrá a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio y darle una base sólida para construir su vida", añadió.
Se espera que más de un millón de personas abarrote las playas de Copacabana para la misa que celebrará Francisco.
El Papa también visitará una favela y una prisión en Río y hará un corto viaje a Aparecida, el principal santuario católico de Brasil.