La XII cumbre de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) comenzó hoy en El Cairo centrada en el conflicto en Siria y la campaña militar de Francia en Malí, que generó divisiones entre los países miembros.
En su discurso inaugural, el presidente egipcio Mohamed Morsi, hizo un llamado a los 57 países miembros de la organización a intensificar al máximo sus esfuerzos para buscar una solución pacífica al conflicto en Siria, que está por cumplir dos años.
Morsi instó al régimen del presidente siro Bashar al-Assad a “aprender las lecciones de la historia y no colocar sus intereses por sobre los de la nación”.
Pese a que el gobierno de Siria no está presente en la reunión Cumbre de Egipto, ya que fue suspendida de la OIC en agosto pasado por el conflicto, Morsi llamó al régimen a adoptar verdaderos compromisos para acabar con la violencia.
El mandatario de Egipto, país que ostenta la presidencia de la OCI, instó a todos los miembros de la organización a apoyar los esfuerzos de la oposición siria por unirse y provocar un cambio significativo en Siria, según un reporte de la televisora Al Yazira.
Las declaraciones de Morsi se hacen eco al proyecto de la declaración de la Cumbre, el cual será aprobado mañana al final del encuentro y en la que la OCI hace un llamado "un diálogo serio entre la oposición siria y el gobierno para un cambio político.
El documento considera que gobierno sirio es el principal responsable de la violencia, que ha causado unos 60 mil muertos, según estimaciones de agencias humanitarias internacionales y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo el proyecto de declaración, elaborado por los ministros de Relaciones Exteriores de los países miembros de la OCI, no hace ninguna referencia a la renuncia al-Asad, como exige la oposición siria para impulsar las negociaciones que pongan fin al conflicto.
En su encuentro de este miércoles, los países de la OCI también examinaron la ofensiva militar emprendida por Francia contra islamistas en Malí y sobre la situación financiera de los países miembros, 21 de los cuales están entre los más pobres en el mundo.
El presidente senegalés, Macky Sall, quien entregó a Morsi la presidencia rotativa del grupo, instó a la OCI a apoyar la soberanía de Malí, amenazada por grupos terroristas, vinculados a la red Al Qaeda, que están cometiendo "crímenes" contra el pueblo maliense.
Mientras que otros miembros condenaron la presencia de la tropas francesas en territorio maliense, que combaten desde hace 21 días junto con el Ejercito de Malí a los rebeldes islámistas, por considerar una intromisión en los asuntos internos de Bamako.
La XII cumbre de la OCI, reúne a los líderes de 26 de 57 países miembros, incluido el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, quien realiza la primera visita a Egipto de un presidente iraní desde la Revolución Islámica en 1979.
La histórica visita de Ahmadinejad fue recibida con beneplácito por el pueblo egipto, aunque fue empañada por un manifestante, quien lanzó un zapato a Ahmadinejad por su apoyo abierto a los crímenes cometidos por el presidente al-Asad contra la población civil siria.
El gran ausente fue el presidente de Túnez, Moncef Marzouki, quien canceló su viaje a El Cairo luego de que Shokri Belaid, un prominente líder opositor fue asesinado frente a su casa, generando violentas manifestaciones en la capital tunecina y otras ciudades del país.