Innovación. Sandra Casillas Bolaños (c) muestra una innovación tecnológica dentro del Festival del Sol.
Promueven la innovación tecnológica local a través de foros regionales.
Ante la falta de apoyos para la investigación científica en la región, investigadores y estudiantes laguneros han optado por mostrar lo mejor de sus investigaciones en el año en foros como el Festival del Sol o Expo Ciencias, en donde han dado a conocer sus innovaciones tecnológicas, utilizando la energía solar para hacer mejoras en materiales de construcción o disminuir la temperatura de un inmueble a través de una película especial colocada en vidrios de oficinas y casas.
Los investigadores han manifestado que con el apoyo de foros, los cuales patrocinan firmas importantes de la localidad, se han logrado obtener los materiales para hacer las pruebas de investigación en el año, por lo que ven con buenos ojos que se detone un mayor número de festivales de este tipo que impulsen no sólo la difusión de las energías verdes, sino los trabajos de investigación de estudiantes y maestros.
Silvia Landeros, jefa de comunicación institucional de Industrias Peñoles afirmó que el Festival del Sol es hoy en día un foro importante para promover no sólo de información al público sobre las energías verdes, sino para difundir las iniciativas de investigación y estudios sobre energía renovable en La Laguna y de otras regiones del país.
"El festival ha servido para la promoción del uso de energías renovables a nivel interno y permite incentivar la generación de energía solar para el autoconsumo".
TáNDEM, UNA PELíCULA SIN IGUAL
Sandra Casillas Bolaños, maestra del Instituto Tecnológico de La Laguna, presentó en el festival la Película Tándem, idea que surgió en enero de 2013 cuando se comenzó a realizar una investigación sobre la composición de las películas plásticas que hay en el mercado. A partir de los resultados encontrados se vio la posibilidad de crear una película que tuviera las características de que fuera una fotocelda, pero dijo que se tenía que buscar una que no calentara la superficie como sucedía con la pintura fotovoltaica.
Comentó que el objetivo de hacer la película era abaratar el proceso. Para ello se revisaron los empaques de alimentos, y uno de ellos en particular el SBS, tiene la cualidad de dejar respirar al producto, como sucede con las lechugas de exportación.
Explicó que sobre ese plastificante se generaron 3 capas: una de una celda normal con plata, un túnel de óxido de magnesio y otra con titanio. Al apilarlas las tres recibe el nombre de Película Tándem.
Comentó que "entre más barato sea el desarrollo más sencillo es que los inversionistas se animarán a invertir". Refirió que las únicas Celdas Tándem que hay en el mercado son de nanopartículas y se venden sólo en Europa.
La estimación hecha es que la nueva innovación tecnológica se encuentra a un 30 por ciento del costo de la que se vende en Europa.
Se destacó que los materiales que se utilizan son donados por Peñoles para trabajar en las investigaciones de innovación, como lo es titanio, selenio y telurio. "Se les apoya en el festival, pero ellos (Peñoles) me apoyan todo el año".
Casillas Bolaños dijo que de concretarse el interés de inversionistas la Película Tándem sería un producto muy delgado, similar al contac que se usa para forrar libros, y se pegaría a los vidrios de las ventanas. El resultado sería captar durante todo el día la energía, la cual puede almacenarse en una pila y usarla en la iluminación de la casa en la noche y una vivienda más fresca.
"Estamos ahorita en espera del examen de forma ante el IMPI".
Reconoció que hay personas que se han acercado interesadas en la innovación tecnológica desarrollada, en particular una comercializadora lagunera. Dijo que para ello tiene que esperar los trámites del IMPI para comenzar a realizar la comercialización del producto.
A la fecha se tienen registradas 16 patentes, de las cuales 8 de ellas son del ramo fotovoltaico.
— SANDRA CASILLAS BOLAÑOS, Maestra del ITL
Concreto celular
Tres estudiantes del Instituto Tecnológico de la Laguna realizan una innovación importante dentro del ramo de la construcción y desarrollan un concreto celular.
Brian Lira, José Rivas y Juan Rodríguez, estudiantes de ingeniería eléctrica y mecatrónica del Instituto, decidieron no sólo pasar la materia de desarrollo sustentable, sino hacer una innovación utilizando como principal materia prima la marmolina, desecho que se obtiene al obtener una pieza de mármol.
Relataron que desde finales de 2011 hasta mediados de 2012 el equipo de trabajo logró mejoras importantes en desarrollar un concreto celular resistente, pero que tuviera la característica de ser un gran aislante de la temperatura, por lo que era ideal para el ramo de la vivienda de La Laguna.
Esta segunda vida le darían a la marmolina, ya que es un desecho que se encuentra tirado en muchas partes de la región.
Fue a principios de 2012 cuando se acercaron a Sandra Casillas, maestra del ITL, para hacer mejoras en el concreto, ya que se les pedía que fuera un material rígido para ser utilizado en el ramo de la construcción.
Las mejoras se dieron con varias pruebas hechas, sobre todo al utilizar el autoclave, el cual permitió a la fecha tener un concreto poroso, ligero, pero con la particularidad de ser un gran aislante de las altas y bajas temperaturas en que se utilice, sea vivienda, pavimento o nave industrial.
Esto no sólo les permitió ganar la Expo Ciencias 2012 en Puebla, sino asistir el 20 de agosto a la Expo Ciencias Internacional en Chile para mostrar esta innovación tecnológica.
La innovación fue presentada en el Festival del Sol y ya hay varios empresarios laguneros interesados en la comercialización, pero sobre todo que se terminen las pruebas para definir las características del producto ante el calor, frío, humedad, peso, resistencia, etc.
Otro de los retos es bajar el costo del producto, ya que un concreto similar tiene un precio de 8 pesos dentro del mercado, por lo que buscarán bajar su costo y potencializar las ventajas de ser un producto liviano y que requiere menos varilla en la construcción.
Juan Rivas destacó que "el reto ahora es mejorar la esponjosidad del material. Encontrar métodos alternos para producir los mismos beneficios". Refirió que lo más caro del proceso es el autoclave, equipo que consiguieron prestado para lograr esa porosidad del producto.
Añadió que la empresa constructora que los apoyó para realizar el desarrollo tiene interés de manejar el producto dentro del mercado, ya que hasta el momento el concreto celular ha mostrado mayores ventajas a lo que se tiene actualmente dentro del mercado.