El Papa Francisco instó hoy a un grupo de futuros diplomáticos del Vaticano a renunciar a las ambiciones o a las miras personales, "que tanto mal hacen a la Iglesia".
Este jueves Jorge Mario Begroglio recibió, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a los 45 miembros de la Pontificia Academia Eclesiástica, el instituto de formación de los diplomáticos que trabajan en el servicio exterior de la Santa Sede.
A ellos les pidió actuar con una "gran libertad interior", con "compromiso, generosidad y grandeza de alma".
Les exhortó a vivir su trabajo libres de los proyectos personales, de la posibilidad de programar el futuro y de la perspectiva de permanecer mucho tiempo en un mismo lugar.
Además les invitó a despojarse incluso de la mentalidad de la que cada uno proviene, no para olvidarla y mucho menos para renunciar a ella, sino para abrirse en la caridad y a la comprensión de culturas diversas.
"(Debéis) estar atentos a ser libres de ambiciones o miras personales, que tanto mal hacen a la Iglesia, teniendo cuidado de no poner en primer lugar vuestra realización o el reconocimiento que podríais recibir dentro y fuera de la comunidad eclesial", indicó.
"El ministerio al cual os estáis preparando requiere salir un distanciamiento de vosotros mismos que sólo se consigue mediante un intenso camino espiritual y una seria unificación de la vida en torno al misterio del amor de Dios y al inescrutable designio de su llamada", añadió.
Según el Papa esa distancia de los propios proyectos y la propia voluntad no debe ser motivo de frustración o de vacío, sino como "apertura al don desbordante de Dios que hace fecundo nuestro sacerdocio".
