Acciones. Interior del avión de transporte militar C17, perteneciente al Ejército del Aire Británico, en la base aérea de Evreux, Francia
La operaciones militares que la aviación francesa lleva a cabo en Mali desde hace tres días se intensificaron tras la contraofensiva salafista en el centro del país, donde los rebeldes han recuperado la localidad de Diabali, y en el oeste, considerado por las autoridades galas como "un punto difícil".
Tras una reunión en el palacio del Elíseo, el ministro galo de Defensa, Jean-Yves Le Drian, explicó que aunque los ataques contra los grupos rebeldes han dado "resultados extremadamente tangibles" en el norte y la situación avanza "favorablemente", está aún lejos de ser controlada.
"Esta mañana tomaron Diabali después de un combate importante y de la resistencia del Ejército de Mali, que estaba insuficientemente dotado en ese momento", añadió en una entrevista concedida posteriormente a la cadena BFM, donde recordó que los ataques aéreos persisten con el objetivo de recuperarla. La llamada "Operación Cerval" ha logrado ya la recuperación de la ciudad de Konna, en el centro del país, y la destrucción de campos de entrenamiento y depósitos cerca de Gao, en la zona norte, bajo control salafista desde mediados de 2012.
Cuatro cazabombarderos clase "Rafale", seis Mirage 2000 y dos Mirage F1 forman parte de un dispositivo aéreo que, según indicaron fuentes del Ejército francés, tiene su principal base de operaciones en la capital de Chad.
Unos 500 militares se suman a ese despliegue francés en todos los frentes abiertos, que según las fuentes se reforzará "en función de la situación", podría llegar a los 2 mil 500 soldados en los próximos días.