El regulador nuclear de Japón anunció el miércoles que un reactor de prueba de la siguiente generación con varios problemas no podrá reanudar su progreso debido a violaciones de seguridad, lo cual asestó un revés al gobierno pronuclear del país.
La decisión de la Autoridad de Regulación Nuclear constituye el golpe más reciente para el reactor Monju de reproducción rápida y el programa de ciclo de combustible nuclear de Japón. El gobierno del primer ministro Shinzo Abe espera que Monju sea un componente clave de los planes de Japón para eliminar residuos nucleares y reducir las existencias de plutonio de la nación.
También el miércoles, un grupo de geólogos concluyó que una falla sísmica que corre por debajo de un reactor comercial ubicado cerca Monju está activa, una inusual decisión que podría hacer necesario el desguace de ese reactor.
Monju utiliza combustible de plutonio en lugar de uranio convencional y produce sustancias radiactivas que pueden ser reutilizadas como combustible. Después de casi 50 años de preparativos, el reactor, que se encuentra en la ciudad de Tsuruga en el oeste de Japón, no ha podido empezar a funcionar.
Cinco comisionados del órgano supervisor acordaron por unanimidad que el operador del reactor, la Agencia Japonesa de Energía Atómica, "no está preparada para garantizar suficientemente la seguridad de Monju". Dijeron que el operador había incumplido en varias ocasiones las inspecciones obligatorias de una gran variedad de equipos y que no había elaborado planes de mejora.
Muchos expertos han dicho Monju es un caso perdido y que Japón debería abandonar sus planes de lograr un ciclo completo de combustible nuclear. El gobierno anterior intentó cerrar Monju como parte de su plan de eliminación gradual de los reactores nucleares, pero el gobierno de Abe rápidamente dio marcha atrás y promovió la reapertura de reactores comerciales que habían estado inactivos desde el terremoto y tsunami de marzo de 2011 que provocaron un desastre nuclear en la planta de Fukushima Dai-ichi .
Sólo dos de los 50 reactores comerciales de Japón generan actualmente energía.