La principal organización gremial de jueces de Chile pidió ayer por primera vez perdón por sus "acciones y omisiones" durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), en medio del debate generado por la próxima conmemoración del 40 aniversario del golpe de Estado.
"El Poder Judicial y, en especial, la Corte Suprema de la época, claudicaron en su labor esencial de tutelar los derechos fundamentales y proteger a quienes fueron víctimas del abuso estatal", señaló en un comunicado la Asociación de Magistrados del Poder Judicial de Chile.
Este gesto se suma a distintas declaraciones de condena a las violaciones de derechos humanos y a peticiones de perdón hechas por políticos de derecha, como el ministro del Interior Andrés Chadwick o el senador Hernán Larraín, que fueron partidarios del régimen.