EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

JULIO, EL MES DE LA MUERTE DE NUESTROS HÉROES NACIONALES

A DURANGO, EN EL AÑO 450 DE SU FUNDACIÓN

RAÚL ANTONIO MERAZ RAMÍREZ

“…Por cuanto yo descubrí el valle de Guadiana y en el asenté y trazé una población… En ocho días del mes de julio de mil quinientos sesenta y tres años…”.

Francisco de Ibarra y Arandia, conquistador de la Nueva Vizcaya, y fundador de la villa a la que llamó “Durango”, el 8 de julio de 1563.

Julio, es uno de los meses más importantes de las efemérides nacionales. Lo es, porque registra en ese mismo período, la muerte de diversos personajes vinculados a los tres movimientos sociales más importantes de nuestra historia: La Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.

En diferentes períodos y circunstancias, el territorio lagunero, y en particular el de Gómez Palacio, se convirtió en escenario y testigo del paso, presencia y actuación de los tres personajes principales de esos movimientos libertarios. Por azares del destino, Miguel Hidalgo y Costilla, Benito Juárez García y Francisco Villa, no sólo tuvieron como coincidencia fundamental, el haber encabezado las guerras de liberación, en los momentos más aciagos de la nación, sino además, el haberse enfrentado a la fatalidad, entregando su vida en condiciones por demás dramáticas, en el mismo lapso, aunque en diferentes años.

Un leve recuento de su paso por estas tierras y la forma en que terminaron sus vidas, podrá dar una idea de la importancia que ha tenido para Gómez Palacio y la región Lagunera, la presencia de estos personajes:

a) Benito Pablo Juárez García. El 4 de septiembre de 1864, llega el presidente Juárez a la Hacienda de Santa Rosa (hoy Gómez Palacio), encabezando el gobierno itinerante que enfrentaba con denuedo al ejército invasor francés y al emperador Maximiliano.

Acompañado de sus ministros, convoca a una reunión de generales, donde crea el Primer Cuerpo del Ejército de Occidente, y otorga el nombramiento de general en jefe del ejército a Jesús González Ortega y como corresponsable al general José María Patoni, quienes enfrentaron al ejército de Napoleón en la Batalla de Majoma, con resultados adversos. Apartir de ahí, el presidente Juárez recorrería los actuales municipios de Lerdo, Nazas, San Luis de Cordero, San Pedro del Gallo y Mapimí.

Al triunfo de la República, el presidente Benito Juárez muere de angina de pecho, en la Ciudad de México, el 18 de julio de 1872.

b) Francisco Villa. Fue el máximo exponente de la Revolución Mexicana; General en jefe de la División del Norte, el ejército popular más grande de la historia de México; encabezó tres, de las cuatro tomas militares que sufrió Torreón: en octubre de 1913; abril de 1914 y diciembre de 1916. Contribuyó de manera decisiva a la caída de la dictadura porfirista y el gobierno espurio de Victoriano Huerta.

Murió asesinado en Hidalgo del Parral, víctima de una conspiración, el 20 de julio de 1923.

c) Miguel Hidalgo y Costilla. Después de su aprehensión en los aguajes de Baján, en el actual municipio de Castaños, Coahuila, el 21 de marzo de 1811, llega encadenado, el 8 de abril del mismo año, a las tierras de San Sebastián (hoy Gómez Palacio). Su permanencia en la región Lagunera de Durango, se prolongó hasta el día 18 de ese mes, permaneciendo en San Fernando (hoy municipio de Lerdo), y en el Real de Mapimí, de donde fue conducido a Chihuahua para ser juzgado.

Fue fusilado el 30 de julio. El teniente coronel Manuel de Salcedo, encargado de la ejecución del Padre de la Independencia Nacional, notifica desde Chihuahua a sus superiores, haber ejecutado al reo, a las siete de mañana, exhibiendo en la plaza su cadáver sobre una mesa y al cual se le desprendió la cabeza, dándole sepultura, sólo al cuerpo, en la capilla de San Antonio, del convento del mismo nombre, en la Ciudad de Chihuahua.

Por órdenes del español Félix María Calleja, la cabeza de Hidalgo fue conducida a Guanajuato, a través del Camino Real de Tierra Adentro, con la orden de exhibirla en cada pueblo, como advertencia para quien se sumara al movimiento insurgente. Algunos historiadores, coinciden en que fue exhibida en Pasaje y Cuencamé, Durango.

Estos muertos de julio, no fueron personas comunes. Fueron tres gigantes, que al morir, ocuparon para siempre un sitial de honor en las páginas de nuestra historia. Este mes, México y Durango honran con respeto la memoria de quienes entregaron generosamente su vida por servir a los intereses del pueblo y de la Patria.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 894735

elsiglo.mx