Ahí están los números, las pruebas de escándalo del gobierno panista de Felipe Calderón, caracterizado por los índices más elevados de corrupción en la historia del país, sin que se adviertan deseos de enviar a presidio a tantos delincuentes.
Con el encabezado de "irregularidades", El Universal encuadró en su primera página del jueves pasado las evidencias proporcionadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre los desmanes, por decir lo menos, cometidos en el régimen albiazul.
La hilera de cifras comienza con la Estela de Luz, la columna iluminada sobre Paseo de la Reforma que Felipe Calderón inauguró con unos cuantos incondicionales, convencido tal vez de que es un monumento a la corrupción y del cual, para empezar, ya le descubrió la ASF un sobreprecio de 248.9 millones de pesos en la compra del acero y otros 150.3 millones más de pagos indebidos.
En un sexenio con funcionarios decididos a apoderarse de los fondos públicos a manos llenas, hasta la Secretaría de la Defensa se sumó a la corrupción al adquirir bienes y equipos por 3.8 millones de pesos mediante adjudicación directa, eterno argumento de no publicitarlos por seguridad nacional. Las adquisiciones fueron hechas a empresas no registradas en el sector público.
La PGR no se quedó al margen. Pagó cerca de 6 millones de pesos a 174 individuos que ya estaban dados de baja en esa dependencia. Y lo que no se sabe sobre compromisos con el narcotráfico.
La Secretaría de Desarrollo Social, una mina de oro desde su creación, no cumplió con las metas de servicio a los pobres y le fueron detectados malos manejos por casi 11 mil millones de pesos. Rosario Robles, quien desfalcó al PRD con 300 millones de pesos, es la encargada de acabar la corrupción en esa dependencia, ahora con la investidura del gobierno priista.
Según el documento entregado por la ASF a la Cámara de Diputados sobre la Cuenta Pública de 2011, el auditor Juan Manuel Portal interpuso 134 denuncias penales, principalmente de Agricultura, Reforma Agraria, Comunicaciones y Transportes, IMSS, ISSSTE, CFE y gobiernos estatales. En este maremagno de atracos, lo importante es encontrar una dependencia o gubernatura libres de culpas.
Los calderonistas abusaron también en conmemoraciones históricas, como se advierte en el Parque Bicentenario, cuyo costo se incrementó de 677 millones a 1,173 millones y la obra no fue entregada en tiempo.
A su vez, los gobiernos estatales obtuvieron cuantiosos préstamos, avalados por la Secretaría de Hacienda en tiempos de Ernesto Cordero. No pueden pagar esos préstamos y ahora quieren más dinero. Pero sí tuvieron recursos para repletar las arcas del SNTE con 14 mil millones de pesos.
Sin embargo, Elba Esther Gordillo, dirigente de ese sindicato, truena contra la reforma educativa que ayer promulgó el presidente Enrique Peña y acusa al secretario de Educación pública, Emilio Chuayffet de ignorante porque se pronuncia a favor de alfabetizar, escolarizar y crear cuadros universitarios, de técnicos e investigadores.
Gordillo, a quien preocupa la psicología educativa, pretende que los "maestros" no sean evaluados, sigan igual de ignorantes, "enseñen" unos cuantos días al año, y ella tenga a su disposición a 6 mil "aviadores" bajo su mando directo.
Esa interminable estela de corrupción, como no fue vista otra en México, fue diseñada en el sexenio calderonista.
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