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La belleza de un político

GILBERTO SERNA

Bien, empezaré esta crónica con la descripción que he leído anteriormente, que me parece no tiene desperdicio, pues a mi parecer reúne todas las expectativas de un buen gourmet de las letras acerca del tema que a continuación referiré. Surge el relato de la extraordinaria novela del escritor Oscar Wilde, titulada el retrato de Dorian Grey cuyo tema es de sobra conocido. No obstante agregaría que trata de un joven de porte aristocrático de extraordinaria belleza al que se le retrata surgiendo el comentario de: lástima que un ser tan magnífico deba algún día envejecer. Su pelo era rubio y ondulado, sobre sus mejillas se difundía un sonrosado saludable; sus ojos chispeaban de sana alegría, de buen humor y de elevados pensamientos, La bondad y la dicha irradiaban de él visiblemente; la habitación más sombría parecía iluminarse suavemente y animarse cuando él hacía su entrada.

Bueno, a estas alturas de la vida le ha surgido en nuestra época un sucedáneo que sostiene que la imagen personal lo es todo, no importa que para lograrlo tenga que convertir el baño de los diputados en su camerino privado donde los políticos se visten, se maquillan y se preparan para actuar, haciendo visajes frente al espejo hasta dar con la que cree conviene a su alta investidura. Los años no pasan en balde de ahí que al igual que un simple mortal un político sufra los estragos de la edad y le aparezcan el día menos esperado las inevitables arrugas en el rostro, conocidas como patas de gallo.
De ahí que el diputado haya encontrado la fórmula para cubrir las líneas de expresión de su cara utilizando gel de espermatozoides de tiburón, no se sabe si lo compra en la botica o él mismo se lo extrae al cetáceo.

En las filas burocráticas de las oficinas del ejército estadounidense, específicamente en las que trabajó Bradley Manning, recientemente condenado a 35 años de prisión por filtrar 70 mil documentos a WikiLeaks que revelan operaciones militares y diplomáticas del Gobbierno de Estados Unidos por todo el planeta, se ha producido un giro rocambolesco (se dice de lo que es exagerado, inverosímil o extraordinario) al anunciar que siempre se ha sentido mujer. Soy Chelsea. Soy una mujer, dice en un comunicado. Deseando iniciar un tratamiento hormonal. A lo que el Pentágono respondió diciendo que el Ejército no proporciona esos tratamientos ni cirugía de cambio de sexo para trastornos de identidad de género. A su petición Bradley o Chelsea acompañó una foto en la que se ve al propio soldado con una larga peluca rubia y los labios pintados. definiéndose como una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre.

Para el diputado priista de Guanajuato, Guillermo Romo, la imagen lo es todo. El legislador leonés ha llamado la atención por su peculiar forma de vestir, un ejercicio arduo que requiere la ayuda de tres personas de toda su confianza. Y en efecto, la prensa encontró al diputado embelleciéndose en el baño del Congreso. "Nos estamos preparando para vernos bien para nuestro pueblo, es la base de que podemos ser tan limpios por dentro como por fuera, hay que venir apropiados para la ocasión. Aquí está mi gente que me acompaña, preparándome para empezar todas las labores. Ya entrando en calor el legislador nos dio un pequeño tour por su amplio mundo de belleza y dijo, traemos maquillaje, crema para el pelo, para las ojeras, gotas para los ojos, el humectante tanto para el cuerpo como para la cara". No dejó de mencionar el esperma, dando por terminada así la conversación con los medios.

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