Detenido. Los mismos ciudadanos tuvieron que detener a un hombre que intentaba asaltar un minisuper ante la falta de policías.
Al intentar asaltar un mini super en la colonia Villa Las Misiones de Gómez Palacio, Juan José González Contreras fue detenido por sus propias víctimas, quienes tuvieron que amarrarlo para evitar que escapara.
Los hechos se registraron el pasado miércoles a las 21:00 horas en una tienda de conveniencia que se encuentra en la esquina del bulevar Las Misiones y calle Armando del Castillo Franco de la colonia antes mencionada, en la cuarta etapa del Parque Industrial Lagunero.
Fue a través de las redes sociales que uno de los afectados hizo la denuncia anónima de lo que ocurría y pedía la presencia de las autoridades, ya que querían que el presunto asaltante fuera remitido ante el agente del Ministerio Público.
Tras leer la mención en las redes sociales, varios vecinos del lugar hicieron llamadas al Sistema de Emergencias 066 para que se atendiera la situación, ya que se habían presentando varios robos con el mismo 'modus operandi' de carros y a transeúntes en ese sector; por lo que no se descarta que el detenido sea responsable de más delitos.
Personal del Ejército Mexicano atendió la emergencia y al llegar al establecimiento, los empleados y clientes, aproximadamente diez personas, les hicieron la entrega de quien dijo llamarse Juan José González Contreras, de 28 años.
El detenido dio dos direcciones de su residencia a las autoridades; una en la colonia Quintas Nazas de Torreón y otra en Villas Las Misiones.
Según se dio a conocer por parte de las autoridades, González Contreras entró al establecimiento y tras asegurarse que los clientes estaban distraídos entre los pasillos, se acercó a la caja registradora y amenazó con un cuchillo a una de las empleadas para que el entregara el dinero de las ventas.
Fue en esos momentos que uno de los clientes se dio cuenta de lo sucedido y alertó al resto de las personas, González Contreras intentó darse a la huida, pero un cliente se lo impidió, situación que aprovecharon otros para desarmarlo y someterlo.
Luego, entre los mismos empleados y clientes, lo amarraron con cinta adhesiva, que tenían a la mano para llevarlo hasta la bodega del local, donde lo vigilaron hasta que llegaran las autoridades policiacas.
