Con hace más o menos cuarenta y cinco años, Excélsior era el diario más leído en la Capital de la República Mexicana. Incluso su eslogan era "el periódico de la vida nacional" y obviamente su información y la pluma de sus columnistas hacían opinión, al grado de que en una discusión alguien, como parte de su argumentación, decía: "Salió en el Excélsior".
En la sección de deportes escribía una columna el periodista Manuel Seyde y sin temor a equivocarme, le mataba la plana a los maestros en esta materia y que, por lógica, colaboraban en los grandes diarios deportivos de la época como eran el Esto, Ovaciones y La Afición.
¿La razón? Quizá el estilo cáustico, irónico, irreverente y muy dado a llamar al pan, pan y al vino, vino, por parte de don Manuel. Por alguna razón que ignoro, sus baterías estaban permanentemente enfocadas al balompié y muy particularmente a la Selección Nacional.
No había directivo, dueño de equipo, entrenador o futbolista que escapara a la aguda visión y pluma letal del maestro Seyde. Cuando México cayó al cuarto lugar olímpico pese a ser el país sede y contar con un equipo de jugadores profesionales, aunado esto a una desastrosa gira por Europa donde se perdió hasta con Luxemburgo, el ácido corría la máquina de escribir del crítico y terminó bautizando a los integrantes del tricolor como "Los ratoncitos verdes".
Obviamente levantó ámpula en el medio, pero al aficionado común y corriente le divertía el mote, que se fue convirtiendo en canción popular dado el pobre nivel del combinado nacional en las diversas competencias en que participaba.
Qué tan grande habrá sido este hombre que, pese a haber fallecido hace casi veinte años, se le sigue recordando cada vez que la Selección Nacional hace un papelón.
Ahora se está viviendo una crisis de resultados que alarma. El objetivo final, según el dicho de José Manuel de la Torre, estratega nacional y de los jerarcas de nuestro futbol, sigue siendo el calificar a la Copa del Mundo. El tema sería si jugando así se podrá revertir la pesadumbre y el escepticismo que priva en el ambiente, pese a que se consiguiera el ansiado boleto.
Estamos a menos de un año para que se dé la parada inicial en Brasil y las diversas versiones del Tricolor, dirigidas por el "Chepo", han mostrado una total incompetencia.
El público pide un cambio, las redes sociales están saturadas de "fuera Chepo", algunos analistas exigen la aprobación de un "plan B" mientras se pierde con Panamá y De la Torre anuncia que no renunciará.
Afortunadamente vienen rivales de tan poca monta, que ganarles no tendrá chiste. El día "D" para José Manuel y su proyecto sigue siendo el 6 de septiembre cuando se enfrente a Honduras.
Estos meses servirán para saber si jugarán como leones o como simples roedores.
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